jueves, diciembre 17, 2009

Getting old...

Irónicamente, y en un juego de palabras muy malo, sé que se está haciendo viejo el que hable de hacerse viejo (aunque tiene más sentido en inglés, "Is getting old for me to talk about getting old". Pero no por eso voy a dejar de hacerlo.

Acabo de ponerme a escribir por que sí. Primero porque me acordé de la letra de una canción de Manson por culpa de Tyla, y segundo porque vagabundeando en TV Tropes (el segundo sitio más adictivo de web surfing después de Wikipedia) me topé con un termino muy curioso.

Empezando desde atrás hacia delante; el término era "Lostalgia", que no significa el estado de desesperación entre una y otra temporada de Lost, aunque igual podría ser, sino que es una mezcla entre Lost (Perdido) y Nostalgia, y se refiere a echar de menos cosas que sabes que no volverán nunca, en términos mediáticos. Como por ejemplo saber que nunca existirá una reunión de los Beatles, que nunca escucharás de nuevo en vivo a Pink Floyd con Gilmore y Waters, o que jamás tendremos una tercera temporada de Spaced, o Firefly. O sea y resumiendo, es una nostalgia multimedia.

Hace poco terminé de ver Firefly por segunda vez y experimenté Lostalgia por montones. Es como cuando uno termina un libro (o una saga, para adecuarse mejor a lo que estoy hablando) que logró hacerlo cambiar de pensar, o una película que te hace olvidar que estás al frente de una pantalla. Sabes que no volverás a vivirlo de la misma forma, y también sabes que no hay más de donde vino eso. Es una de las cosas que sabes que terminan en cierto punto. De ahí la nostalgia.

La frase de la canción de Manson es "When all of your wishes are granted, many of your dreams will be destroyed", o sea, "Cuando todos sus deseos se cumplan, muchos de tus sueños serán destruidos".

Honestamente, es muchisimo menos dramático y grave de lo que suena.

Tiene que ver con expectativas y realidades, y como escuché mucho, pero mucho esa canción cuando era un joven mozalbete, para mi tiene un desarrollo, de un punto a otro. En ésa epoca tenía muchas expectativas, tenía muy claro lo que deseaba de la vida. Y de todo eso, sólo resultó una fracción, y sin embargo soy feliz. Quizás más de lo que sería si hubiese cumplido esos sueños. A eso me refieron con que la idea es menos dramática de lo que parece; efectivamente cuando se cumplió lo que quería, mis sueños fueron destruídos porque no correspondían a la realidad.

Y todo esto parte porque frecuentemente, en el último tiempo, he pensado en que probablemente si me topara conmigo mismo tal y como era hace 10 años atrás, no me caería muy bien. Sé que me transformado en un perfecto burgués (bueno, no tanto como Mr Wall pero no todos podemos llegar a tanto) pero no recuerdo que eso me haya molestado tanto, o quizás ahora soy lo suficientemente honesto para separar el odio de la envidia.

No sé bien qué le molestaría a mi yo del pasado exactamente, pero tengo la clara sensación de que muchas de las cosas que soy ahora no aprobaría. Y me importa un carajo, porque el yo del presente sí las aprueba.

Por ejemplo está lo de la política. Hace 10 años me importaba un carajo, ahora no es algo que me quite el sueño, pero por lo menos entiendo algo. Hace poco dije algo así como que mi problema con la política era que no simpatizaba demasiado con las ideas de izquierda pero me gustaban cómo hacían las cosas los políticos de la concertación, y que simpatizaba con un gran número de ideas de derecha pero destesto en extremo a toda la manga de idiotas de la derecha. Estoy bastante seguro que a mi yo del pasado, el comentario no le haría mucha gracia.

Sé que hay otras cosas en las que siento esa dicotomía, donde aprecio la diferencia, pero lamentablemente para mi no soy tan buen escritor como para explicarlas, lo que es en realidad afortunado para el lector porque así no se latea tanto.

Existe un cliché respecto a que uno con los años se transforma en aquello que odiaba. Quizás tenga que ver con proyectarse con los padres, o un conocimiento subconsciente de que en el fondo uno ya es así pero quiere negarlo. El asunto es que no me he transformado en un Opus Dei ni en un estereotipo de personaje de teleserie del 13 (claro que no hay tanta diferencia ahora que lo pienso) y claramente no me odio a mi mismo, al contrario.

Es la diferencia en sí sobre lo que reflexiono, no es que me revuelque en remordimiento ni nada parecido. No recuerdo demasiado de cómo pensaba en esa época, pero si tengo la total certeza de que no he dejado de ser contradictorio en la mayor parte de las opiniones que tengo.

Y eso no es malo...

2 comentarios:

aspid dijo...

hola mel, cuantísimo tiempo.

yo de vez en cuando también he reflexionado sobre lo que hablas, sólo que yo a diferencia de ti, al final de mis conclusiones, me he dado cuenta de que no he cambiado tanto.

he aprendido, he perfilado, he evolucionado también, pero no he cambiado demasiado.
y ¿sabes? eso, tampoco es malo...

besos.

Anónimo dijo...

El asunto es bien simple: en 10 annos mas tambien vas a ser de una forma que ahora no te gustaria. Y en 20 annos mas vas a ser de una forma que incluso en 10 annos mas detestarias. En resumen, aunque vayas cambiando con los annos, hay algo que se mantiene: eres y seras un ser insoportable.
Un abrazo, nos vemos en enero.