miércoles, junio 13, 2007

"But why is the rum gone?"
-. Jack Sparrow

Ok. Pasé el gran exámen genético, con test de veneno de serpiente incluido. Aunque claro, en realidad fue mucho menos impresionante cuando me lo hicieron; sólo me sacaron 4 tubos de sangre, la diversión tiene que haber estado en el laboratorio...

Soy trombofílico; así de simple. Eso quiere decir que soy propenso a la creación de trombos (simpáticos porotos de sangre coagulada que corren por las venas hasta reventar algún organo) y que debo evitar situaciones que propicien la creación de estos; o sea, estar inactivo en la misma posición durante mucho rato, y además debo tomar aspirina infantil de por vida. Big deal, al menos puedo dejar de tomar el madrefoca anticoagulante que junto con mantenerme vivo y sin ataques de trombos me destrozaba la boca con heridas y me hizo volver a la pubertad con gigantes espinillas...

¿Qué quiere decir todo esto? ¡Que puedo volver a tomar!

Aunque en realidad eso no es lo que más me importa. Go figure, otro signo de vejez :S

Lo que más me molestaba de estar bajo medicación no eran sólo las heridas y las espinillas, no era tener que estar pendiente de tomar la puta pastilla todos los días, y no era no poder tomar alcohol. Lo que me afectaba era estar conciente todos los días de que estaba enfermo. De que era un enfermo.
No es que añorase ser sano porque nunca lo he sido, o ser normal, porque eso definitivamente nunca lo he sido.

A mucha gente le gusta sentirse especial por estar enfermo. Le gusta que la gente sienta compasión por ellos, que los traten de forma distinta. Yo lo odio. Si quiero ser especial, es por mis virtudes, no por mis defectos, y nunca he podido sacarme de la cabeza que estar enfermo, aunque no sea culpa de uno, es un defecto.

Y eso si que lo odiaba, aún más que el no poder tomar.

Es más, después de casi un año y medio sin tomar se podría decir que me acostumbré a una vida sin alcohol. Pero no por eso este fin de semana la coca cola no va a tener malicia XD

miércoles, junio 06, 2007

At the edge of my toes

Es curioso porque esta mañana se me vino esa frase a mi cabeza y ni siquiera sé con certeza si es o no una expresión propiamente tal. Pero el punto es que era para exteriorizar la sensación se sentirse ansioso, nervioso, esperando algo, impaciente, y otros.
El martes, si todo sale bien, un doctor leerá los resultados del exámen genético que me hice con respecto a mi trombofilia. Digo "si todo sale bien" por todos los factores de incertidumbre que hay por enmedio (que el doctor no aparezca, que me diga que tengo que hacerme más exámenes, etc.). Y soy tan cuidadoso porque aunque intento evitarlo, aunque intente no hacerme demasiadas esperanzas, es difícil no hacerlo.
Porque si todo funciona bien, si me dice algo así como "ok, estás sano", quiere decir que volvería a una vida "normal". Uno pensaría que lo que más me interesa es volver a tomar, pero en realidad no. Lo que más me importa es dejar de depender de una pastilla, no tener que estar pendiente de tener que tomarla todos los días, olvidarme de los molestos efectos secundarios.
Bueno, y un ron no me haría mal tampoco.
¿Pero qué pasa si son malas noticias? Si tengo que continuar tomando pastillas toda la vida, controlándome mensualmente, muestras de sangre, etc. Y sobre todo, pensármelo dos veces antes de decidir tener un hijo al que pasarle la misma enfermedad.

Como dije antes, I'm at the edge of my toes...