sábado, mayo 20, 2006


He llegado a la conclusión de que no soy un adulto.

Sé que ya he hablado de esto antes, pero resulta que el tema me interesa. Es más, me llega a preocupar un poco. Eso es porque hace poco leí un artículo sobre adultos con intereses de niño que me hizo identificarme un poco con ello. Pero claro, inmediatamente me atacó mi lado responsable e independiente (que existe, oculto, pero ahí está) hasta que me dije "Ok, para. ¿Por qué tengo que ser o adulto o niño, porqué tengo que elegir un bando?"

Esa pregunta me la he hecho en inumerables ocasiones a lo largo de mi vida. Por lo general, la respuesta es "a la chucha, yo soy yo y punto" y me voy por mi cuenta.

En el fondo se habla de rehusarse a ser un viejo gris y aburrido, trabajólico y medio neurótico. Por ende no le veo nada de malo a no querer ser así. Después se habla de la responsabilidad y el compromiso. Bueno, pues no tengo demasiados problemas con eso, por lo menos no a estas alturas de la vida.

Hace algunos años, una noche en la que caminaba hacia mi casa, me fui peleando conmigo mismo, retandome porque era un niño irresponsable que eludía los deberes de adulto. Creo que al final me hice entrar en razón. Si bien aún eludo varias cosas de adulto; odio, por lo general, hacer trámites, entrar a preguntar algo a una tienda, etc, aunque por lo que sé los adultos también. Y lo digo así porque los adultos me siguen pareciendo algo lejano. Los adultos, en mi mente, siguen siendo mis padres, o los padres de mis amigos. No importa que ya tenga 26 ni que a mi edad mi papá ya era papá. Todo el tema de la adultez me sigue pareciendo lejana.

¿Qué tiene de malo que me interese por cosas como comics y videojuegos? ¿Acaso los temas adultos son mejores? De política, me intereso y también se hablar. De negocios, lo siento pero demasiado aburrido, e incluso me parece vulgar andar hablando de platas, especialmente cuando es ajena. Fútbol, ni ahora ni nunca. ¿Y de qué más hablan los adultos? De trabajo. Que lata. 8 horas diarias, 5 dias a la semana, ¿y en el tiempo libre se ponen a hablar de eso? Por mucho que te apasione, no es como para que sea lo único de la vida ¿no?

¿Y de qué mas hablan? De farándula, como todos. Aún mas aburrido. Prefiero discutir sobre las motivaciones ocultas de Darth Vader.

Pues no, me parece que sigo siendo un niño. Me encantan los juguetes (por si alguien le interesa, hoy vi una pantalla de plasma plana para el pc, 42 pulgadas, 800 lucrecias, no importa que mi cumpleaños ya haya pasado) y ver qué películas van a dar (y cuales están produciendo), conocer videojuegos nuevos, leer cómics, libros, y todo lo demás sobre lo que siempre ando desvariando por aquí.

Aparte de eso me gusta hacer bien mi trabajo, llegar a la hora, que mi jefe (o quien sea) no tenga quejas de mi, hacer las cosas lo antes posible y bien, no tener líos de trámites, ser ordenado para trabajar (y metódico) y ser responsable en todo eso.
Y nada de ello me hace gris.

Conclusión: si se me considera un kidult, ok, ni un problema.

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Hit del momento: "Hit in the US" de un grupo llamado Beat Crusaders. Aparecen en la banda sonora de un animé que se llama "Beck", que es sobre la formación de una banda de música. 24 capítulos, gran serie. Y la canción es ultra pegadiza.

Libro: Club Dumas, de Arturo Perez Reverte. Corso, el protagonista, es realmente increíble y gracioso.

Película: La última que vi fue Punisher, y antes de eso X-Men 2. Ninguna es muy buena (la primera es sencillamente asquerosa). Y antes de eso vi Spiderman 2. Bastante buena; el lado muy, pero muy humando de un superheroe, algo que me gusta bastante de la Marvel. Superman jamás estuvo en peligro de perder su departamento por no pagar al renta, y eso que no cobraba por salvar el mundo...

domingo, mayo 14, 2006

Es muy común pensar que después de haber estado al borde de la muerte (o cerca por lo menos) las personas experimentan un cambio en su vida que los hace modificar su conducta, replantearse las cosas e incluso tomarse las cosas de forma más espiritual. El cine y la TV nos lo han hecho creer así.

Pero en mi caso, las cosas no han sido tan evidentes. Ni teatrales.

A pesar de todo, igual he cambiado. Me he tomado más tiempo para hacer ciertas cosas, y menos para hacer otras. Me explico.

Comprendí lo apurado que llega a vivir uno. Por lo menos mis 2 últimos años de vida fueron apuradísimos, siempre corriendo de allá para acá. Trabajo, estudios. Pocas veces tenía tiempo para mí, y generalmente para tenerlo no dormía. Y me alimentaba mal; tuve una gran barriga que lo demostraba. Pero bajar el nivel, desacelerar, no lleva a nada. Uno se pone peor, más ansioso aún. Eso es porque el hacer las cosas aceleradamente no es el problema de fondo. Este problema, es el urgirse por todo. Preocuparse por todo; pese a que hay cosas que uno no puede controlar igual se preocupaba y amargaba al respecto. En mi caso, se podría añadir a ello incluso una ambición desmedida; lo quería todo y lo quería ahora, como la canción de Queen.

Ya no.

Mentira. Lo sigo queriendo todo y ahora. La diferencia es simplemente, que ya no me desespero por ello. Me lo tomo con calma. Porque no hay otra forma de tomárselo, también. Por ejemplo; necesito tomar una práctica laboral para terminar mi carrera. Pero por el momento, como estoy haciendo un trabajo temporal, me concentro en él. Una vez que lo termine, me preocupo de la práctica.

Y después está lo de hacer las cosas más despacio.

Por ejemplo, pasear. La semana pasada fui al centro, mi maravillosa novia me invitó a un muy burgués café con pastel el cual acepté encantado. Ella misma, con su por lo general sorprendente punto de vista de las cosas, me hizo reparar en el hecho de que antes yo no hacía esas cosas. Y tenía razón. No sólo en eso; antes predicaba entre los míos todas mis ñoñerías hablando de ellas sin cesar. Malas noticias gente, sigo haciéndolo. Pero ahora también escucho las de los demás, pues me di cuenta que antes no lo hacía, o en muy pocas ocasiones. O sea, me tomo el tiempo de hacerlo.

Han pasado varios meses desde mi hospitalización. Pese a que aún tengo pesadillas angustiosas al respecto, con más frecuencia de lo que me gustaría. Aún se me revuelve el estómago al recordar ciertas cosas, especialmente en lo referente a olores; cuando recuerdo algo por el olor (Casi el 50% de las veces que me atacan los recuerdos, es a raíz de un olor. Vaya a saber uno porqué) Supongo que en algún momento, los recuerdos perderán su fuerza. Algunos ya lo hacen, y a veces me resulta difícil pensar en que sí estuve allí casi un mes, y sí, casi me muero ahí mismo. Por ejemplo, ya no recuerdo el dolor, sin embargo si recuerdo lo que era estar postrado. Lo más probable es que para el próximo año, ni siquiera recuerde eso.

Pero lo mejor de todo, es que aún estoy aquí.

viernes, mayo 05, 2006


Debo rectificar. Hoy vi Chasing Amy y honestamente me parece una de las mejores películas de Kevin Smith. Si Dogma hablaba de religión y Clerks sobre quedar botado, fuera de la vida, Chasing Amy habla sobre sexualidad. O sea, dejando aparte una reflexión sobre Star Wars que aparece al principio acerca de los afroamericanos y su papel en Star Wars, que es francamente notable.

Creo que el sexo, junto con la necesidad de aceptación (ojo, no de reconocimiento) y de éxito, el dinero y quién tiene la razón, son los elementos más sobrevalorados de la cultura occidental. Pero ahora sólo hablaré de sexo.

No tengo muy claro en qué momento pasó, pero definitivamente el mundo comenzó a girar alrededor del sexo y aún no se ha detenido. Por lo menos, en latinoamérica. Como en la canción de los Prisioneros, que veinte años después sigue siendo igual de cierta.

De forma subconciente, se ha llevado el sexo a lo más importante en la vida. Se ha comercializado, en el sentido de que cuanto más sexo, y con más personas, mejor. Hasta el punto en el que la infidelidad es considerada una actitud aceptada e incluso alabada si es para tener más sexo. Hablar de "hacer el amor" es considerado una estupidez.
Aquel que no tiene sexo, es un perdedor. Aquel que tiene sexo, y si es posible (sólo en el caso del hombre) con dos o más mujeres al mismo tiempo, es un dios. Claro que si es la mujer la que está en esa situación, es la mas sucia prostituta. Algo de eso aparece en Chasing Amy. También se marca claramente la estúpida y machista posición masculina respecto a las lesbianas desde el punto más extremo (aquel macho que piensa que la lesbiana no existe, es simplemente una mujer que no ha encontrado el hombre adecuado) hasta el más simple; (el macho que piensa que se pone celoso de que su pareja haya estado con otros hombres, pero no de que haya estado con otras mujeres).

Lo que me gustó de la película, del personaje de Alyssa (la lesbiana) es que habla claramente sobre la desorientación sexual. Que si probó todas esas cosas (debo admitir que aquí la película no tiene nada de serio, es sumamente gracioso cuando ella empieza a detallar su pasado sexual) fue porque estaba en la búsqueda de algo, no por que fuese un fin en sí mismo.

Se suele culpar a la pornografía por esa visión de las mujeres lésbicas o bisexuales; que son insaciables, que sólo piensan en sexo, etc. En realidad la pornografía tan sólo propone fantasías, son aquellos hombres tan estúpidos como para pensar que todo eso es real, quienes terminan promoviendo esa visión deformada respecto de la sexualidad. Y he conocido a hombres que juran que lo que ven en páginas porno, es real. Aunque usted no lo crea.

Personalmente, creo que el sexo es sumamente importante pero no un fin por si mismo. Aunque eso me haya valido la calificación de "gay" por varias personas (vamos Daniel, dilo, sé que lo estás pensando XD ) La felicidad que viene de sentirse acompañado, apoyado, cuidado y comprendido es mucho mayor que cualquier placer sexual, el cual es por definición efímero.

El ver a tanta gente obsesionada con al idea de tener sexo, cuanto más mejor, y al mismo tiempo verlas solas y miserables, me hace preguntar qué diablos les pasa que no se dan cuenta que lo segundo es causa de lo primero.

martes, mayo 02, 2006


Desde las últimas dos semanas, estoy caminando bastante. O mejor dicho, volví a caminar. Ni siquiera es tanto como antes, sin embargo me canso el doble. Si a eso le sumamos la mala calidad del aire, que antes no notaba pero ahora si, se podría decir que termino bastante cansado al final del día. Aún me cuesta acostumbrarme a eso.

Hoy, durante unos segundos, mientras tomaba el metro, me dio lata pensar en todo lo que tenía que caminar desde la estación a mi casa; unas 7 cuadras. No pasaron ni dos segundos hasta que en algún rincón de mi mente, los recuerdos le pegaron un formidable charchazo a mis quejas al respecto. Recordé lo que era estar postrado en una cama, durante semanas, sin apenas poder caminar. Y todo lo que deseaba salir y caminar de nuevo. Como resultado, esas 7 cuadras se me pasaron como si nada, mientras felizmente daba mis pasos.

Creo haber hablado antes, en la antigua versión del blog, acerca de lo que significa para mi caminar de noche. Y si no lo hice, juro solemnemente que tuve muchas ganas de hacerlo. Porque Santiago es otra ciudad de noche. No tendrá la vida social noctruna de otras ciudades (Se dice que hay ciudades que nunca duermen. Santiago, mas bien, pareciese no terminar de despertar nunca. Durante el día simplemente abre los ojos, bosteza y se da media vuelta para seguir durmiendo)pero quizás precisamente por ello tiene un encanto especial. Uno se siente único caminado por sus calles, especialmente en invierno. El ambiente tiene algo a "Soy Leyenda", el libro de Matterson. Y por lo menos a mí, esa tranquilidad, me pone reflexivo.

Hoy, en unas miseras 7 cuadras, reflexioné brevemente acerca de todo lo que he leído acerca de Silent Hill en Wikipedia (Silent Hill es una serie de videojuegos de terror bastante famosos; en mi afán de consumidor de historias, al no poder jugarlos, leí de qué trataban, al igual que hice con los 12 juegos de Final Fantasy) y que en mi opinión es un tipo de terror muy interesante; el terror verdaderamente psicológico. Porque por lo general, el cine cuando habla de terror psicológico se refiere al "terror sin grandes escenas gore de asesinatos", cuando en realidad la existencia de un pueblo al que se vean atraidos ciertos personajes con traumas graves, y que se vean reflejados en las calles del pueblo y los monstruos que ahi aparecen; eso es verdaderamente psicológico.

De ahi me puse a pensar en que, si tengo de hecho el Silent Hill 2 y 4 para PC, ¿Porqué no los juego? Primero porque al menos el 2 lo encontré un poco fome. Y segundo porque he descubierto que de un tiempo a esta parte me he vuelto bastante asustadizo y sensible a imágenes grotescas (desmembramientos, desfiguraciones, etc) probablemente lo primero debido a mi pérdida de fortaleza física (y por ende, seguridad) y lo segundo, a un exceso de empatía hacia los demás y una sobredimensión del horror y sufrimiento ajeno. No tengo ni idea de cómo los podría llegar a solucionar, pero espero hacerlo ya que pocos géneros me atraen tanto como el terror.

Entonces de ahí salté a una vieja pregunta filosófica; la diferencia del "porqué" y el "para qué". Depende de con cuál de estas dos preguntas uno enfrente una situación, es la orientación que se tomará frente al problema. El porqué es la base del idealismo y romanticismo; mientras que el paraqué es la base del realismo y el pragmatismo, utilitarismo, o como quiera llamarse. Yo me inclino, por lo general, por lo segundo para tomar decisiones, y sólo por primero cuando tengo ganas de huevear, o dicho en idioma culto; especular.

Más o menos ahí fue cuando llegué a mi casa. Aunque en realidad no empecé a reflexionar sobre el terror; antes de eso lo había hecho primero sobre caminar, después sobre hacerlo de noche, y finalmente sobre escribir todo esto en el blog, perdiendo quizás lo concentrado y la calidad (al menos a mi juicio) de la primera concepción que tuve de qué debería escribir en el blog, y transando todo ello por cantidad y liberación; muchas veces no escribía porque ningún tema me parecía lo suficientemente interesante. Ahora prefiero escribir cuando tenga ganas, y arriesgarme a ser vilipendiado e insultado por mis lectores cuando les parezca que me pongo latero. Para eso está la sección de comentarios :D

lunes, mayo 01, 2006


Clerks



Breve nota introductoria:

Nadie se opuso a mi intención de hablar de ñoñerías, así que allá voy.

Aquellas personas que me conocen, saben que cuando hablo suelo referirme a una serie de temas que si bien no tienen mayor relevancia en términos espirituales, trascendentales o filosóficos, me apasionan como si lo fuesen. Es más, suelo elevarlos a esa categoría. Y cuando digo que "suelo referirme" es un eufemismo para decir "inundo con información". La mayor parte de la gente suele aburrirse cuando lo hago. Aquellos que no, son mis amigos. Y es mas, cuando me escuchan suelen contagiarse. Soy el sueño húmedo de cualquier publicista.
Aquellos que me conocen en realidad no saben cual es el proceso personal que me lleva a dominar un tema. Tan sólo mi amada novia lo conoce y lo sufre. Este proceso consta en sumergirme en un lapso de tiempo muy breve pero sumamente intenso, en el cuál me someto al bombardeo de información sobre el tema en el que me intereso. Lamentablemente, y aunque lo he intentado, no puedo aplicar el mismo esquema de estudio a los temas relacionados con mi carrera. Y eso que lo he intentado.

Fin de la breve nota.

Kevin Smith es un director de cine bastante raro. No se podría decir que lo descubrí hace poco; en realidad hace años vi una de sus películas (Mallrats) en el cable y quedó para siempre grabada en mi imaginación por dos cosas. Primero, aparecía Stan Lee en ella, quien es por si no lo saben el gran creador de los cómics Marvel; entre sus personajes está Spiderman, Los 4 Fantásticos, X-Men y todo lo que se está haciendo película ahora. Lo segundo que me llamó la atención de la película fueron dos personajes, Jay y Silent Bob. Especialmente este último, quien prácticamente no habla, como su nombre indica, y que encima es interpretado por el mismo Kevin Smith.

¿Porqué hablo de "Clerks2 por encima de sus otras películas?

Porque "Mallrats" es bastante estúpida e irrelevante; "Dogma" es magnífica pero aparte de que también actúa Jay y Silent Bob no tiene demasiada relación con el resto y "Chasing Amy" aún no la he visto, pero tampoco le tengo demasiada fé.
Sin embargo, "Clerks" me tocó particularmente.

No voy a resumir la película aquí (véanla) sino que me voy a referir a porqué me impresionó. No es la actuación, ni que sea en blanco y negro, ni el sentido del humor genital que tiene la mayor parte del tiempo. Es la historia de fondo.
Dante es un tipo que no fue a la universidad, sino que se quedó trabajando como dependiente de una mini market. Personalmente sé lo que es trabajar atendiendo público, es marcó mi vida durante los últimos años y que influye mucho en cómo es uno (aunque en lo personal, mi forma de atender público se parecía más a la del otro personje, el que trabaja en la tienda de video) y cómo ve las cosas. A través de la película, y a medida que uno va conociendo mejor a Dante, se da cuenta de por qué termino haciendo eso; del miedo a transformarse en actor de tu propia vida en vez de espectador. Es bastante fácil quedarse y hacer lo que a uno le dicen y vivir así su vida, como por inercia. Algo que afecta no sólo a quienes no pudieron estudiar, por cierto; hay mucha gente que estudió y sacó una carrera universitaria, todo por inercia. Dante es un personaje que deja que todos pasen por encima de él porque no sabe imponerse a sí mismo, ni a la vida. Es un personaje que no es un gran héroe ni pretende serlo. Pero poco a poco va descubriendo porqué su vida es tan horrible y qué tiene que hacer para mejorar.

Ahora, no sé el resto, pero a mi me costó entender todo eso. No me refiero a no entender la película; hablo de darme cuenta de la inercia y de despertar, de orientar su vida hacia lo que uno quiere, y aprender a ser feliz.

Cuando salí del colegio y me puse a trabajar, podría haberme quedado ahi. Porque si bien el trabajo no era del todo agradable (jefes imbéciles, mal horario) tenía sus recompensas, trabajaba en un ambiente que me gustaba y en un mundo, el de los libros, que siempre me ha apasionado. Sin embargo quise estudiar, salir de todo eso.
Cuando me puse a trabajar por segunda vez, luego de un fallido intento de estudios, todo pasó de nuevo. Esta vez el gran enemigo era en realidad el horario (no me puedo quejar de mis jefes, en su gran mayoría fueron buenos) sin embargo era divertido trabajar ahí. Pese a los clientes, que es en definitiva lo pero de trabajar atendiendo público (y que es divertido, porque uno termina pensando en los "clientes" como una raza aparte de nuestros compañeros de trabajo y familiares, e incluso después de atender público uno se comporta de forma distinta al ser cliente en otro lugar) mi último trabajo tenía varios beneficios y supongo que de no ser ambicioso, de no tener cosas por las cuales quiero luchar en mi vida, podría haberme quedado ahí. No sería el único; cuando trabajaba en la librería conocí a gente que llevaba 25 años haciendo lo mismo (ok, uno solo, pero es impresionante) y el resto, que por promedio llevaba unos 8 años trabajando ahí, y que aún siguen haciendo lo mismo hasta donde yo sé. En el último trabajo esto no era tan así; lagente trabajaba unos 3 o 4 años máximo ahí, sin embargo en su gran mayoría cuando se cambiaban de trabajo era para irse a un lugar igual y hacer lo mismo.

Yo elegí estudiar y ser otra cosa. Aún no sé hasta qué punto me habrá resultado, pero estoy determinado a no volver atrás a menos que no tenga que comer; literalmente.

Para entender mejor lo que quiero decir, aquellos que nunca han trabajado en una tienda, vean la película. Y aquellos que si han trabajado, veanla igual. Se van a reir más que el resto.