martes, mayo 02, 2006


Desde las últimas dos semanas, estoy caminando bastante. O mejor dicho, volví a caminar. Ni siquiera es tanto como antes, sin embargo me canso el doble. Si a eso le sumamos la mala calidad del aire, que antes no notaba pero ahora si, se podría decir que termino bastante cansado al final del día. Aún me cuesta acostumbrarme a eso.

Hoy, durante unos segundos, mientras tomaba el metro, me dio lata pensar en todo lo que tenía que caminar desde la estación a mi casa; unas 7 cuadras. No pasaron ni dos segundos hasta que en algún rincón de mi mente, los recuerdos le pegaron un formidable charchazo a mis quejas al respecto. Recordé lo que era estar postrado en una cama, durante semanas, sin apenas poder caminar. Y todo lo que deseaba salir y caminar de nuevo. Como resultado, esas 7 cuadras se me pasaron como si nada, mientras felizmente daba mis pasos.

Creo haber hablado antes, en la antigua versión del blog, acerca de lo que significa para mi caminar de noche. Y si no lo hice, juro solemnemente que tuve muchas ganas de hacerlo. Porque Santiago es otra ciudad de noche. No tendrá la vida social noctruna de otras ciudades (Se dice que hay ciudades que nunca duermen. Santiago, mas bien, pareciese no terminar de despertar nunca. Durante el día simplemente abre los ojos, bosteza y se da media vuelta para seguir durmiendo)pero quizás precisamente por ello tiene un encanto especial. Uno se siente único caminado por sus calles, especialmente en invierno. El ambiente tiene algo a "Soy Leyenda", el libro de Matterson. Y por lo menos a mí, esa tranquilidad, me pone reflexivo.

Hoy, en unas miseras 7 cuadras, reflexioné brevemente acerca de todo lo que he leído acerca de Silent Hill en Wikipedia (Silent Hill es una serie de videojuegos de terror bastante famosos; en mi afán de consumidor de historias, al no poder jugarlos, leí de qué trataban, al igual que hice con los 12 juegos de Final Fantasy) y que en mi opinión es un tipo de terror muy interesante; el terror verdaderamente psicológico. Porque por lo general, el cine cuando habla de terror psicológico se refiere al "terror sin grandes escenas gore de asesinatos", cuando en realidad la existencia de un pueblo al que se vean atraidos ciertos personajes con traumas graves, y que se vean reflejados en las calles del pueblo y los monstruos que ahi aparecen; eso es verdaderamente psicológico.

De ahi me puse a pensar en que, si tengo de hecho el Silent Hill 2 y 4 para PC, ¿Porqué no los juego? Primero porque al menos el 2 lo encontré un poco fome. Y segundo porque he descubierto que de un tiempo a esta parte me he vuelto bastante asustadizo y sensible a imágenes grotescas (desmembramientos, desfiguraciones, etc) probablemente lo primero debido a mi pérdida de fortaleza física (y por ende, seguridad) y lo segundo, a un exceso de empatía hacia los demás y una sobredimensión del horror y sufrimiento ajeno. No tengo ni idea de cómo los podría llegar a solucionar, pero espero hacerlo ya que pocos géneros me atraen tanto como el terror.

Entonces de ahí salté a una vieja pregunta filosófica; la diferencia del "porqué" y el "para qué". Depende de con cuál de estas dos preguntas uno enfrente una situación, es la orientación que se tomará frente al problema. El porqué es la base del idealismo y romanticismo; mientras que el paraqué es la base del realismo y el pragmatismo, utilitarismo, o como quiera llamarse. Yo me inclino, por lo general, por lo segundo para tomar decisiones, y sólo por primero cuando tengo ganas de huevear, o dicho en idioma culto; especular.

Más o menos ahí fue cuando llegué a mi casa. Aunque en realidad no empecé a reflexionar sobre el terror; antes de eso lo había hecho primero sobre caminar, después sobre hacerlo de noche, y finalmente sobre escribir todo esto en el blog, perdiendo quizás lo concentrado y la calidad (al menos a mi juicio) de la primera concepción que tuve de qué debería escribir en el blog, y transando todo ello por cantidad y liberación; muchas veces no escribía porque ningún tema me parecía lo suficientemente interesante. Ahora prefiero escribir cuando tenga ganas, y arriesgarme a ser vilipendiado e insultado por mis lectores cuando les parezca que me pongo latero. Para eso está la sección de comentarios :D

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