jueves, diciembre 14, 2006

In the End.

Ayer dí, finalmente, mi exámen de título. El único problema fue que el día anterior me resfrié así que mi defensa de informe de práctica lo hice medio disfónico (forcé tanto la voz que pasé casi una hora sin poder hablar bien) y con algo de fiebre, sin embargo igual saqué la nota más alta hasta el momento de mi promoción, un 6,4 y teniendo en cuenta la gente que queda por dar el exámen, podría asegurar que no me van a superar. Calculando a ojo la nota del informe en sí, el promedio de notas final y la nota del exámen, debería estar terminando con un promedio 6, lo cual me parece óptimo para haber estudiado una carrera que ni siquiera es mi pasión principal.

Ahora tan sólo queda conseguir trabajo estable. Como ya mencioné en la entrada anterior, tengo trabajo en la empresa en la que hice la práctica al menos hasta la primera semana de marzo; por lo que obviamente me estoy sacando cresta y media para lograr "venderme" y que decidan dejarme trabajando acá después de ese plazo.

Podría haber dedicado una entrada a lo que remeció el país el domingo pasado; la muerte de Pinochet. De hecho, pensé seriamente en escribir algo al respecto. ¿Porqué no lo hice? Porque mi exámen me pareció más importante. La muerte de Pinochet es considerablemente simple en realidad. El tipo se tenía que morir, tarde o temprano. Y su muerte no marca el fin de nada, ni el fin de una etapa ni es una esperanza para lograr finalmente la transición; al viejo nunca lo condenaron por ninguno de los juicios que tenía en contra por lo tanto su muerte es del todo inútil.
Lo único que sorprende, y eso hasta cierto punto, es la violencia de sus seguidores. Una violencia no siempre física (aunque la histérica que rompió vidrios, agarró a gritos a Cheyre y casi lincha al ciclista fue un espectáculo deplorable, casi tanto como el que los pacos ni la tocaran, sino que esperasen a que terminara de romper todo para llevarsela un ratito) sino que de violencia ideológica. La ignorancia y la ceguera ante hechos concretos que han demostrado sus defensores en las miles de entrevistas en los medios que han hecho durante estos días ha resultado realmente sorprendente. ¿El que porque el juez que lo dejó detenido en Londres fuese español, hay que golpear a los periodistas españoles? O peor aún, y lo que más me empelota en realidad, ¿El criticar y despreciar a Pinochet lo convierte a uno en comunista? La estrechez intelectual de esos fanáticos resulta vergonzosa. Si bien la izquierda es en mi opinión igual de despreciable, al menos tienen más neuronas.

O sea, esa frase que acuñaron varios fanáticos de Pinochet, la que decía "¿La diferencia? Mi héroe siguió luchando, el tuyo se suicidó?" es el más claro ejemplo de que el resentimiento no es exclusivo de la derecha.
Por lo demás, la frase está mal hecha; donde dice "luchando", debe decir "robando".

jueves, noviembre 30, 2006

Detached es el mejor término que se me ocurre para explicar cómo me siento últimamente, aunque la palabra en español sea desapego.

De hecho, creo que he llegado al extremo de ni siquiera escribir acá con regularidad, cosa que quizás nunca me ha caracterizado, pero sí lo ha hecho el deseo de hacerlo. Pero en las últimas semanas, ni eso.

Me siento desapegado del resto del mundo, en el sentido más amplio del término. Creo ubicar mi pérdida de interés con la salida de Lagos, aunque también coincide con mi hospitalización, cosa que tiene bastante que ver. Ha pasado casi un año de eso y aún no tengo del todo claro hasta qué punto me cambió todo el proceso, pero estoy muy seguro que está relacionado con lo que intento explicar ahora.

No es sólo un distanciamiento de las noticias, tanto de la tele como las del diario. Es como si toda mi conciencia social se haya esfumado, y la mayoría de las cosas me importan una reverenda cresta. A las pocas que les presto atención las sigo apenas un par de días, y sólo si me topo con ellas.

Lo mismo me pasa con The Clinic. Llevaba ya varios meses encontrándolo fome con ganas, hasta que simplemente dejé de comprarlo. Ahora veo las portadas y ni siquiera me llama la atención comprarlo, vaya a saber uno si tiene algo que ver con el cambio de director.

Y hablando de cambios, lo mismo me paso con mi querida y adorada radio de todos los tiempos, la Rock and Pop. Hacía tiempo ya que no me gustaba tanto como antes, pero con la salida del Pato Cuevas, la deserción deshonrosa de Lagos y el escabullimiento del doctor Zombie, simplemente perdí el interés. Pese a que tiene excelentes locutores aún, como la Matilda y Lewin, y sobre todo Copano que pasó de ser un pendejo hiperkinético sobrevalorado y sobre expuesto, a ser un locutor con estilo y clase, posiblemente el próximo Cuevas. Pero a pesar de eso la radio no es lo mismo, especialmente desde que empezaron a cobrar por todos y cada uno de los concursos que hacen, y que por alguna inexplicable razón decidieron incluir reggaeton en la parrilla nocturna. O sea, entiendo que por el nombre de la radio, toquen música pop, pero no tienen porqué ponerse derechamente flaites. Ah, y peor aún, volvieron a tocar Maná :S

Entonces a veces me detengo a pensar sobre este desapego al resto del mundo de las comunicaciones y me pregunto, ¿No te estarás volviendo viejo? Después de todo es algo muy normal, mis compañeros de colegio dejaron de escuchar música nueva aproximadamente después del tercer disco de KoRn, así que de todas formas sigo siendo un adelantado para mi edad en ese aspecto XD
Pero cuando uno se hace viejo, empieza a sentir un alejamiento de todo, un hastío de ver hasta qué punto las cosas siguen igual. No sé si eso sucede con la edad o con perder las ganas de vivir, y en mi caso tengo un poco de ambos; quizás de edad no tanto pero siempre he tenido unos 20 años más mentalmente, así que igual califico. Pero por otro lado sigo observando las cosas. De lejos. Y sigo haciéndome ideas, y aún me parece entretenida la posición de espectador.

Y ahora que lo pienso, debe de ser eso. Que perdí las ganas de ser un actor, y me limito a ser un espectador. Eso en cuanto al resto del mundo, claro. En cuanto a mi vida, sigo siendo más actor que espectador. Es del resto del mundo que me he separado, por todo lo anterior y quizás por varias cosas más. Al haberme desapegado del hábito de escibir, también me desapegué del hábito de la introspección.

Probablemente haré algo al respecto...

domingo, octubre 22, 2006

En transición.

Eso resume más o menos el mes y algo en el que no he escrito en el blog. Siempre que estoy en periodos así me cuesta escribir, o dar señales de vida. Me da por esperar a tener todo resuelto antes de contar cosas, lo que es una pésima costumbre por cierto. Además, se me olvida lo que me gusta escribir ^^

Y eso que he pensado bastante en escribir (lo que también es un pésimo hábito) pero no he escrito nada. Le di un par de vueltas al segundo cuento de "La Casa de Dios" sin que el resultado me convenciera, pensé en escribir en esa insoportable manía de la gente mayor, esa disposición que tienen ante temas psicológicos, cuando sus hijos hablan de traumas o trancas y ellos responden "esas son puras tonteras de la modernidad, en mi tiempo no pasaba eso, un par de palmadas y uno seguía". Me dieron ganas de escribir sobre eso porque la gente que suele hacer ese comentario no piensa que su generación es sumamente impersonal; todos son uniformados que jamás reflexionaron demasiado antes de tener 40 años y que aún no entienden conceptos como "trascender" o "el sentido de la vida". Y es sumamente fácil desechar ese tipo de cosas cuando se niega la individualidad y se apoya en un concepto de mayoría, un censo que de hecho no existe. Pero en fin, tampoco terminé de escribir sobre eso.

Estoy en transición principalmente por mi trabajo. Este mes es el último de la práctica pero ya me dijeron que querían que me quedase por lo menos un mes más, para probarme. Lo malo es que en ese periodo se incluye un test físico porque al ser una empresa minera, y pese a ser del área de informática, se contempla que de repente uno se vaya a arreglar algún pc a una mina, y para entrar hay que cumplir con varios requisitos de salud que debido a mi enfermedad, dudo mucho que los cumpla. Se me dijo también que de ser así no sería algo grave, pero que en tal caso me destinarían a un área distinta a la que estoy en el departamento de informática. Suena interesante, pero si se tiene en cuenta que el departamento de informática consta de un jefe y cuatro personas; dos que ven infraestructura (donde estoy ahora) y dos que ven software, se entiende que no es demasiado amplio mi espectro de posibilidades. Y no estudié y aprendí todo lo que sé para que mi carrera por los próximos años sea aprender a usar un solo programa, de contabilidad, para solucionar los problemas de los usuarios. Pero en fin, ya se verá qué será de mi una vez que estén listos los exámenes, y que haya pasado el período de prueba.

Al menos ya pasé la etapa de estar aterrorizado frente a un trabajo que estaba ejerciendo por primera vez. El balance no es tan malo, tan sólo me eché dos computadores los cuales arreglé. Y como dijo mi jefe: te echaste dos pero has arreglado doce. Así que por ese lado estoy tranquilo, y por lo mismo, me gusta donde estoy y no me gustaría que me cambiasen. Pero bueno, eso no depende demasiado de mi, así que me limito a vivir el presente y estar contento con él.

Aparte de mi trabajo, no hago mucho más. Obviamente veo a mi maravillosa novia cada vez que puedo, cuando no sigo jugando online; sufro con mi pobre PC que al parecer tiene un defecto de fábrica (porque espero que no haya sido yo le que se echó alguna pieza) que me tiene obligado ahora a usarlo con un ventilador de mesa puesto a un costado, con la tapa abierta. Y aún así el maldito llega a temperaturas muy por encima de lo normal, pero esa es la única manera que no se apague solo por el calor. El miércoles lo llevo al servicio técnico, para ver que tal con la garantía. Pero el hecho de que voy a pasar al menos una semana sin él me tiene aterrorizado :(

Y eso. Sigo viendo Lost y manteniendo mi teoría al respecto.

Como libro para recomendar, sería El juego de Ender de Orson Scott Card. Lo mejorcito que he leído en ciencai ficción el último tiempo, lo cual en realidad no es tanta gracia ya que se trata de un libro conocidísimo y famosísimo, pero que recién leí la semana pasada. Y ojo, en librerías de saldo lo están vendiendo a 3 lucas...

Películas no recomiendo esta vez porque no he visto ninguna, por lo menos nada que no haya visto antes. En mi tiempo libre me he limitado a jugar uno de los mejores juegos que he podido conocer; Half Life 2. El que lo pueda jugar, que lo haga y va a alucinar en colores.

Y eso. Prometo volver a dar señales de vida más seguido. Y si no es demasiada la molestia, los que leen esto podrían rajarse con un mail de vez en cuando, ya que ni siquiera mantienen blogs... he dicho.

domingo, agosto 27, 2006

Mi teoría sobre Lost, porque claro, después de terminar de ver la segunda temporada (y de paso hacer adicta a mi novia), mínimo debo tenerla, es tan simple y fome que espero con todas mis ganas que no sea cierta. Porque la he visto en medio millón de comics, en algunas series de televisión y en dos o tres libros.

Mi teoría es la siguiente: La fundación Hanso busca desarrollar los poderes mentales de los sujetos, a través de ondas electromagnéticas. Estas, por errores humanos, al salirse de control provocaban accidentes tales como el del avión de los protagonistas.

Para apoyar mi teoría, hemos visto que muchos de los "milagros" y sucesos extraños pueden ser explicados si los individuos son capaces de hacer reales las cosas con su mente. No puedo detallar todos los casos aquí porque no los recuerdo, pero los mas obvios:
· El monstruo de la jungla no es más que una materialización a lo salvaje, particularmente animal, que tenían todos los pasajeros del avión al caer en una selva supuestamente virgen y desconocida. Recién habían llegado y por lo tanto no debían ser capaces de producir algo así pues no se habían expuesto lo suficiente al magnetismo, sin embargo como era un miedo generalizado tomó fuerza suficiente (pero no lo suficiente como para que vieramos al monstruo)
· Los osos polares son producto de la imaginación de Walt, que los ve como peligrosos y probablemente los recordó por la situación, o por el comic de Hugo. Tengamos en cuenta que cuando él está en peligro también aparece un oso.
· La milagrosa sanación de Rose y Locke.
· Las apariciones del padre de Jack, que duró sólo al principio de la primera temporada, momentos en los cuales los recuerdos aún eran recientes y la muerte era difícil de aceptar.
· La culpabilidad de Sawyer transformada en jabalí.
· La culpabilidad de Kate, hecha caballo. El caballo fue lo que le permitió salir en libertad, pese a que inconcientemente, ella sentía culpabilidad y le parecía justo pagar por ello (o por lo menos a una parte de ella le parecía así)

En tal caso, "Los Otros" son ex conejillos de indias de la corporación que se salvaron pero se quedaron en la isla para conservar sus poderes mentales y así vengarse de ellos; por eso buscaban niños con poderes, pues la mentalidad de los niños es mas moldeable y su imaginación más fuerte.

Y eso. Se me quedan bastantes cosas afuera, como el hecho de que Shannon fuese casi la única en ver a Walt, los susurros, y las coincidencias (el hecho de que casi todos se conocieran de antes sin recordarlo). Ya que las teorías de que forman parte de un experimento o de que en realidad no están en la isla fueron desechadas por los productores, de momento la mía me parece bastante razonable. Ojalá esté equivocado, pues quiero seguir siendo sorprendido.

Protestas y reparos, por favor pónganlo en los comentarios.

sábado, agosto 05, 2006

Yo, el practicante...

Pues si, al fin, después de tanto tiempo, encontré la maldita práctica. Y lo mejor de todo es que de maldita, no tiene nada.

Actualmente soy estudiante en práctica en el área de soporte informático de MinePro Chile. Sé que quizás no parezca muy emocionante trabajar en una empresa de minería. Es más, de hecho no lo es. Lo que es emocionante es que la mayor parte de las cosas que en clases me explicaron que eran posibles, las estoy viendo en la realidad. Muchos de los conceptos teóricos que se me enseñaron que incluían miles de usuarios, o redes remotas, aquí son reales y eso es emocionantísimo... para mi que soy informático, claro, no para el resto.

Los dos primeros días estaba cagado de miedo. Para ser honesto, aún no se me pasa del todo. Me ha tranquilizado el que todo le mundo me recuerde que soy un estudiante en práctica y que no se espera de mi que funcione de la misma forma que mi jefe, por ejemplo, o mis compañeros de trabajo que llevan años y son titulados. Pero una parte de mi se esfuerza en hacerlo de todas formas, puesto que tengo muchas, pero muchas ganas de quedarme trabajando en ese lugar.

Pero lo mejor de todo no ha sido solamente la empresa en sí, o sus recursos informáticos. Lo mejor ha sido el ambiente. Sonará un poco violento que lo diga (pero quienes trabajaron conmigo en el mall saben a que me refiero) pero en mis trabajos anteriores, tanto en el mall como en la librería, me había acostumbrado a que me trataran como un esclavo. No es solamente la sensación que le deja a uno cuando llegan clientes prepotentes que lo mandan a uno, sino que es por la forma en la cual tus jefes te tratan. La presión y la exigencia que demanda el comercio es muy grande y los beneficios son ridículos. Y ahora, en la práctica, no sólo estoy aprendiendo de informática sino también de ello. Estoy aprendiendo a que me traten no sólo con consideración sino que también con dignidad, cosa que es bastante extraña. Un ejemplo simple; en la navidad del 2003 estaba trabajando en la librería. El mismo dia 24, a las seis de la tarde, después de literalmente no parar de trabajar, alguien se acordó que no habíamos comido nada y nos regalaron un sandwich y una bebida. Y esa fue la mayor demostración de consideración que vi ahí. Y ahora, haciendo la práctica, y siendo tan sólo un alumno en práctica, no una persona contratada, cuento con el mismo beneficio que ellos de tener no sólo un ticket de almuerzo sino que una tarjeta con 8 lucas para la máquina de café y de snacks. Quizás el detalle le parezca ridículo a muchos, pero es mas bien metafórico. Después de haber sido tratado "al combo y la patá" como se suele decir, es extraño que lo traten a uno como a un ser humano de verdad. Extraño pero muy agradable, eso si.

De hecho siento que he tenido tanta suerte que temo que algo malo me pase en cualquier momento. O sea, estoy teniendo una práctica en una especialización de la informática que me agrada, en una empresa con un horario la raja (los viernes salgo a las 16:45 ^^), con beneficios geniales, en un ambiente no sólo relajado sino con muy buen humor y mucho hueveo (ayer mi jefe por puro huevear se dedicó a cerrarme programas y finalmente apagarme el PC desde su computador, y lo pillé porque apenas se pudo aguantar la risa cuando caché que había sido el) y además de todo me están pagando.

O sea, el miércoles a los del depto de informática nos retaron porque nos atrasamos en el almuerzo. El "reto" consistió en un mail que nos llegó en la tarde diciendo que "por favor intentasemos llegar a la hora si no era mucha molestia, y si lo era, que hablásemos con el jefe para llegar a un acuerdo satisfactorio". Nunca me habían retado tan suavemente en toda mi vida de trabajador...

Bueno, la idea era avisarle a todo el mundo de esto, y contarles que estoy bien. Es una práctica interesante y me siento feliz de estar haciendo esto. Ahora, las velas y las cruzadas de dedo van por que me dejen contratado después de la práctica, y que no me mande ningún cagazo de proporciones mayores hasta entonces XD

Hit del momento: "Orion", de Metallica. Aprovechando los 20 años desde la publicación del Master of Puppets. Si, leyeron bien, viejitos, 20 años.

Libro:"Dios Emperador de Dune", el cuarto tomo de la saga. Se me había olvidado todo lo que me gustaban los malditos Atreides :D

Película: Por supuesto, "Pirates of the Caribbean: Dead Man's Chest". Me faltarían palabras para decir lo que me fascinó, pero teman, algún día las encontraré.

lunes, julio 10, 2006

Definitivamente, quiero que termine luego este año. No quiero ser dramático diciendo que este ha sido el peor año de mi vida, pero digamos que no está entre los mejores. O sea, dejando aparte la trombosis de principio de año, y una larga y latera recuperación, resulta que ahora descubrieron que al parecer, tengo la misma enfermedad de mi madre (un desorden pancreático) que es muy parecida a la diabetes, pero en lugar de azúcar, esta se centra en los triglicéridos (un tipo de grasa de la sangre similar al colesterol). El asunto es que el tratamiento es muy parecido; no puedo comer cosas con mucha azúcar y debo tomar medicamentos para controlar los niveles de triglicéridos. No sé qué es lo que más me duele; dejar la coca cola, el chocolate o el alcohol.

Por lo tanto, más que preocuparme la búsqueda de mi práctica, me preocupa ir al médico y hacerme los exámenes y todo eso; lo cual significa ir bastante seguido al hospital, hacer colas interminables, rodeado de los muertos vivientes que son los viejitos. Me he dado cuenta de que no es el estar enfermo; es el tener que ir al hospital lo que me produce ataques de ansiedad, desesperación y deseos irracionales de no aparecerme por ahi nunca más.

Cuento todo esto, queridos lectores, no sólo para que sepan en qué anda mi vida, sino para justificar mi fascinación escapista e inmersiva en lo siguiente: las dos nuevas series que han formado parte de mi panteón personal; Lost y Firefly.

De Lost, está hablando todo el mundo así que es bien poco lo que tengo que decir. Hay que tener en cuenta que tan sólo he visto la primera temporada; sin embargo ya puedo anticipar, angustiosamente, cómo va a ser la segunda; mala. O sea, hay que tenerle mucho respeto a los guionistas, como para hacer la primera parte. La cantidad de historias y personajes, los giros inesperados, las sorpresas inexplicables, todo me pareció excelente. Especialmente la estructuración de los personajes. Sin embargo el método de escritura; el solucionar un enigma con otro enigma, lleva a un punto en el cual el escritor, a menos que se trate de un genio, cae víctima de las expectativas. Hay varios enigmas de Lost, como por ejemplo el de los números, o las coincidencias entre las vidas de los personajes, que hacen la serie sumamente interesante, pero que al mismo tiempo crean expectativas muy altas, y los escritores de series suelen fallar al dar las respuestas. El mejor ejemplo que se me ocurre, es el del final de The X-Files.

Sin embargo, Lost me resulta apasionante. Personajes como el de Sawyer o Yasid, los cuales no sólo están bien construídos sino que además están excelentemente actuados, hacen que la serie sea sumamente adictiva.

Claro que el caso de "Firefly" es mucho mas fuerte. Todo empezó cuando vi una película llamada Serenity; que nace a partir de la serie de televisión de Firefly, la cual tan sólo duró una temporada (incluso menos, tan sólo 14 episodios) y que viene a ser una especie de "segunda temporada" condensada. Antes de verla, unos amigos me dijeron "tienes que tenerla, es mejor que Star Wars". Siendo yo un antiguo y enfermizo fanático de Star Wars, la afirmación me pareció exagerada. Sin embargo, vi Serenity, y un par de días después gracias a mi maravillosa y comprensiva novia, pude ver la serie. Y es cierto. Es mejor que Star Wars.

¿Por qué Firefly es mejor que Star Wars? Porque se adecua mucho más a nuestra generacion, nuestra época. Ciencia Ficción más seria. Sin batallas épicas en el espacio, un protagonista (el capitán de la nave) que comete errores, que suele salir perdiendo de las batallas y sin superpoderes ni nada parecido que le de fuerzas; tan sólo una serie de traumas de la guerra y una personalidad sumemente confrontacional y rebelde. No hay razas alienígenas, que obviamente en la mayor parte de los casos en la ciencia ficción, más que alienígenas son versiones de nosotros mismos y de otras culturas llevadas a un extremo estereotipado excesivo. Una nave espcial que no tiene armas; nada de lásers, ni blasters, ni iones, ni tachyons. En el único capítulo que le disparan a alguien, uno de los personajes se pone un traje espacial, abre las compuertas y dispara con una especie de rifle militar dentro de otro traje, para que el arma tenga el oxígeno necesario para el disparo de pólvora.

Uno tampoco encuentra malos muy malos en la serie. Ni buenos muy buenos. Tan sólo gente en posiciones opuestas, y eso es algo que me parece muy notable. Posiblemente sea lo que más hace la diferencia con respecto a la dualidad marcadisima y exagerada del bien y el mal de Star Wars.

Es curioso como Firefly lo atrapa a uno en tan pocos capítulos. Algunos de ellos ni siquiera son tan buenos, hay varias fallas en los guiones, en las actuaciones, y se nota que es algo nuevo, algo primerizo. Y a pesar de ellos, hay obras maestras como un capítulo llamado "Out of Gas" que está contado desde 3 líneas históricas distintas.

La película, antes de ver la serie, resulta magnífica. Verla después de ver la serie le quita un poco de emoción, pero el resultado sigue siendo increíble. Con razón Orson Scot Card dijo que era la mejor película de ciencia ficción de toda la historia.

Hit del momento: Sí, por primera vez en mucho tiempo, es una canción moderna: "Heart in a Cage", por The Strokes.

Libro: La verdad es que aún estoy leyendo El Caso de Charles Dexter Ward, de H.P.Lovecraft; no porque sea fome y no lo haya podido terminar antes, sino porque es de un estilo denso, prosaico y por momentos pomposo. Por supuesto, todo ello es absolutamente perdonable cuando uno se da cuenta que está ante una historia increíble, de esos cuentos de terror que uno sabe que por mucho empeño que se le ponga jamás será superado por nada.

Película: Como se puede adivinar fácilmente teniendo en cuenta lo anterior, mi nueva película favorita es Serenity. Los Reavers son los mejores y más misteriosos "malos" que he visto en una película desde hace siglos.

domingo, junio 25, 2006

El propósito de esta entrada es absolutamente informativo. Me ha sucedido que durante esta época post enfermedad de mi vida el tiempo se me pasa bastante rápido; no me doy cuenta cuanto han pasado semanas enteras en las que no he hablado con nadie, o no le he escrito a nadie. Y como me da lata contarles a todos lo mismo, decido darle un uso más teenager al blog y usarlo para informarles a todos mis amigis de mi estado actual XD

Todavía ando buscando práctica. Si alguien conoce a alguien que necesite un alumno en práctica salido de un instituto no muy bueno que digamos, pero que lo poco que sabe lo sabe bien, que es trabajólico de corazón, responsable y bueno para aprender cosas, que me avise. Necesito que me paguen eso sí, pero con unas 60 luquitas podemos conversar.

De mi enfermedad, la verdad es que ya me aburrí de vivir con ella. No es que me haya puesto irresponsable ni haya vuelto a fumar, a tomar alcohol y comer huevos duros con mayonesa (ahora que lo pienso eso sería una especie de mezcla mortal para mi ¬¬) sino que ya no pienso demasiado en eso. Me aburrí de que los doctores me digan casi que si no me tomo la pastilla a los 15 min. me muero, de que no tengan aún ni prostituta idea de porqué tuve una trombosis a los 26 años (anteayer cuando supe que Lavanderos estaba en riesgo de tener una, y después de vivir la experiencia, desee fervorosamente que le dieran unas 5). Así que oficialmente, digo barco pirata con el TEP profundo, si me tengo que morir así sea.

Y claro, sin tener trabajo ni estudios, se podría decir que estoy hecho un vago. Aparte de escuchar música, leer libros, navegar por Internet y jugar mucho, no hago nada más. Lo único que evita que esté unas 12 horas sentado frente al PC es ir a ver a mi adorada novia.
El lado bueno que ha tenido eso, es que he subido considerablemente mi nivel de juego en el Call of Duty 2 (juego de primera persona basado en la segunda guerra mundial). Hace ya mucho tiempo que sólo juego online, contra otras personas solamente, y ya estoy en condiciones de jugar partidas de Search and Destroy, que es más o menos lo más realista que puede haber en este tipo de juegos. Y suelo terminar entre los 3 primeros XD

Sería. Si la gente que me lee le da lata escribirme un mail de vuelta comentando qué tal andan, que al menos se dignen a escribir un comentario. No duele ¬¬

Hit del Momento: "Ice Queen", de Within Temptation. Canción extraída de lo más oscuro de los mp3 de mi amada novia. Cuando revisamos toda la música metal-gótica que tenía guardada comprobamos que por lo general, todas las canciones suenan iguales. Excepto esta.

Y por esta vez tengo otro hit, también sacado de los discos de respaldo de mi novia. Se trata de la canción "Bullet", de Creed. Aquellos de mi generación quizás recuerden a esa banda por ser unos mamones bastante fomes, de mediados de los 90, cuyo vocalista pretendía ser la encarnación en vida de Eddie Vedder. Sin embargo, esta canción le pone gueno con el metal.

Libro: "El Fugitivo" de Stephen King, bajo el seudónimo de Richard Bachman. Honesta y objetivamente, es un pedazo de libro. Supe que King lo escribió en 3 días; si uno tiene tiempo se lo lee en una tarde. Es un libro bastante breve (especialmente para ser King) y vale la pena pagar por él, en serio. Es una historia sumamente simple; en un futuro apocalíptico hay un reality que consiste en soltar a un tipo y mandar a un equipo de profesionales a cazarlo. A la población se le incentiva a dar pistas de su paradero ofreciéndoles plata, asegurándose de que nadie quiera ayudar al pobre tipo. Se le obliga a enviar cintas de video grabándose todos los días, y se le da harta plata para que dure lo más posible; cada día que pase significa una burrada de plata de premio para la familia, no para él. Porque nadie sobrevive.

Película: Es oficial, tengo una nueva película ñoña favorita; "Night Watch". Se trata de una película rusa, sobre una especie de vampiros, dividos en dos bandos. Unos respetan a la humanidad, los otros la consideran simplemente comida móvil. Está basada en una tetralogía de libros que obviamente jamás llegarán a Chile (no se ni siquiera si los han traducido al español, de hecho) pero como suele suceder en estos casos, dicen que apenas se parece al libro. Sin embargo eso no lo hace una mala película. Es algo enredada, trata de contar muchas cosas sin profundizar demasiado, y sin embargo igual cautiva. Quizás sea simplemente que se agradece una historia sin los clichés y arquetipos occidentales en el género. Si alguien la ve, le suguiero que primero lea el artículo que hay sobre la película en Wikipedia (en inglés, la entrada en español es casi nula). De esa forma uno entiende bastante más sobre la película.

viernes, junio 16, 2006

Una vez un amigo me dijo que cuando uno dejaba de escuchar música nueva, se volvía viejo.

La verdad es que he escuchado esa norma de vida aplicada a una serie de cosas distintas, como leer comics, ver monitos animados, etc. Sin embargo, me parece que algo de cierto tiene que haber con lo de la música.

No es que haya dejado de escuchar música nueva. Es sólo que ahora aplico una metodología distinta. Me explico.

Hace algunos años dejé de tener televisión por cable. Por lo tanto, dejé de ver MTV y Via X. Y creo que esa es una de las mejores cosas que me han pasado. O sea, yo sabía que el 80% de la información que absorve el cerebro es visual, pero nunca me había parado a ver que con una relación porcentual muy similar, un mal video puede hacerte odiar una canción que en realidad es buena. O mucho más frecuentemente, un buen video te incita a escuchar una canción que tiene muy poco de bueno.

No me mal interpreten, sigo siendo un gran fanático de los videos. Aunque hace tiempo que no vea uno bien hecho; el último que me agradó fue el de una canción llamada "Dance", ignoro el nombre de la banda, pero es que últimamente todas se parecen demasiado. Ya hablaré de eso más tarde. Lo que me interesa dejar claro es que sigo disfrutando de ver videos. Simplemente he descubierto que es mucho mejor percibir las canciones solas, y después ver los videos. No al revés. Así la música se aprecia más; lo confirmé cuando cerré los ojos en el recital de Pearl Jam. Sonaban mejor :D

Junto con escuchar primero la música (preferiblemente en la radio) mi otro método fue el de mandar a la cresta las etiquetas. O sea, miro a mi cuñado. Tiene 13 años, así que no es su culpa. Pero está casi obsesionado con los estilos. Cada vez que escucha algo nuevo pregunta "¿Esto es hardcore?" "¿Esto es punk?" "¿Esto es metal?". Es comprensible, sin embargo, no es absolutamente necesario. Mi razonamiento se basa en dos premisas; primero, los propios músicos prestan muy poca atención a la etiqueta que recibe su música, simplemente la crean, y por lo mismo uno debería simplemente escucharla. Y segundo; las etiquetas, los géneros, los define gente metida en la industria de la música. La palabra clave aquí no es ni género ni música; es industria. Y a ellos les interesa muchísimo que la gente se preocupe de encasillar las bandas en géneros. Eso las hace comprarse revistas, ver programas que ponen publicidad de ellos, etc.

Y cuando uno elimina las etiquetas, elimina los prejuicios. En mi winamp conviven sin problemas bandas como Metallica, Sepultura, Nin Inch Nails, Franz Ferdinard, Red Hot Chili Peppers, Pink Floyd, Black Sabbath, Los Tres, Fiskales Ad-Hok, y hasta un par de canciones de Supernova. Y por supuesto un par de cosas ochenteras, algo de hip hop, música de películas, pop (muy pop y moderadamente pop) y básicamente todo lo que me guste. Lo que me suene bien.

Por lo tanto no tengo muy claro si he dejado de escuchar música nueva. Por un lado, la mayoría de las bandas me parecen iguales; desde que salieron The Strokes y Franz Ferdinard todas las bandas no sólo suenan como ellos sino que además se visten como ellos y hacen videos como ellos. Pero por otro lado salen bandas como My Chemical Romance, con más ganas que calidad musical, que me hacen disfrutar como chancho sus canciones.

Por otro, me he puesto a escuchar bandas antiguas, que de pendejo nunca pesqué y que ahora me gustan. Eso lo hice con The Ramones, por ejemplo. O sea escucho música vieja, pero que es nueva para mí.

Sé al menos que no me quedé en pasado, como muchos de mis compañeros de curso que apenas conocen a Slipknot ¬¬

Pero lo que me pasa y me preocupa es que, como habrán podido apreciar por mi comentario anterior, y me he visto en la situación de, al opinar sobre una banda nueva, decir cosas de viejo como "Pero si son iguales a los (banda x) que sonaban cuando yo era chico". Al menos aún no he dicho "¿Y a esto llaman música?"... bueno, ok, si lo he dicho, pero en términos totalmente aplicables, como la música new age electrónica.

Por ejemplo, veo la escena actual. Madonna vistiendose de forma ochentera (pese a que en los ochenta nunca se vistió así y ahora parece el cuarto angel de Charlie) y tocando música techno (porque ya ni siquiera es electrónica) lo que me hace preveer, sin mucha dificultad, que el pop de al menos los próximos 5 años va a ser así. O sea, la señora tendrá más de cuarenta pero sigue dando las normas por las cuales se tiene que regir el pop.

Por otro lado, como dije antes, está de moda de nuevo "lo alternativo" en bandas como The Strokes o Franz Ferdinard; y ya tienen media docena de bandas que suenan y se visten igual.

Y lo que en mi opinión es lo peor; el rock ya cagó de nuevo. No quiero decir que haya muerto, por supuesto. Simplemente que cagó. Lo sé porque ya lo hizo una vez. ¿Se acuerdan lo bien que sonaban muchas bandas a finales de los 60 y principios de los 70, como Black Sabbath? El rock se puso pesado, hasta que llegaron los 80, y a alguien se le ocurrió mezclarlo con el pop ochentero (muy, pero muy cargado a la estética y los sintetizadores). Como resultado tuvimos cosas como Warrant. O sea ¬¬

Bueno, pues ahora lo mismo. Teníamos cosas buenas, como Green Day. El renacimiento del punk y todo eso. Ahora uno prende MTV y ve a unos pendejos bastante ahueonaos (perdonenme la expresión, pero un blog es por esencia subjetivo, así que a la chucha, me parecen ahueonaos y les digo ahueonaos) que se llaman Simple Plan y que pretenden hacer punk, y lo que les sale es un pop fome y happy. El paralelo entre el metal hecho pop y happy de los 80 es evidente. Después está "Good Charlote", que agarran la pinta de los Misfits y hacen canciones que debería estar cantando Brittney Spears. O bandas como "The Rasmus" o "Him" que van, agarran el metal gótico (Peter Steele debería subir al escenario y sacarles al columna vertebral con los dientes por hacer algo así) y lo transforman en canciones pop.

No se confundan, no tengo nada contra el pop. Escucho bastante pop, y me gusta. Lo que no me gusta es cuando agarran un estilo, dicen "reinventarlo" y lo único que hacen es echarle agua a al sopa. Y eso es lo que veo ahora en la música.

Por eso prefiero no hacerle caso a MTV y elegir yo la música que quiero que esté de moda en mi winamp.

¿Me estaré haciendo viejo entonceS?

domingo, junio 04, 2006

Hace una semana, más o menos, fui por primera vez en meses al Alto las Condes, al lugar donde trabajé por casi dos años. Y una semana antes de eso, estuve en la Feria Chilena del Libro de Huérfanos, donde también trabajé por cerca de dos años.

Fue extraño estar ahí, en ambas ocasiones.

Aún recuerdo el día que dejé de trabajar en la librería. Ese fue mi primer trabajo real y serio, con pago de cotizaciones y contrato y toda la movida. Cuando me fui, era porque iba a entrar a estudiar psicología a la universidad. Aquella tarde, me hicieron ir al notario a firmar la carta de despido (usando toda la manipulación que aprendí allí, conseguí que me echaran sin que supieran que de no hacerlo, igual me iba a ir en una semana mas) y después me senté en Estado, casi al llegar a Alameda. Me sentía libre, después de dos años de prisión laboral; no tanto por las horas de encierro en la tienda sino por la calidad del trabajo, y especialmente de los jefes. Entonces encendí un cigarro, saqué una hoja y me puse a describir todo lo que sentía en ese instante. Recuerdo claramente que aún quedaba luz del sol, pero poca, y hacía muchísimo viento.

Yo me sentía feliz. Suponía que después de eso estudiaría, me iría bien, terminaría la carrera y nunca más tendría que trabajar como vendedor. Me equivoqué en todos y cada uno de esos puntos.

De hecho, un año después estaba sin estudios, y trabajando en el verano precisamente en esa librería de Estado.

Cuando dejé de trabajar en Microplay, mi segundo trabajo importante, para ponerme a estudiar, no sentí ningún tipo de alivio. Más que nada porque sabía que tenía que seguir trabajando para estudiar, y afortunadamente pude hacerlo en la misma empresa; dijo afortunadamente porque eso me evitó tener que aprender todo el funcionamiento de otra empresa, y porque ya que estudiaba algo relacionado con informática iba a estar en contacto con accesorios de pc y todo eso. Y realmente, fue una suerte. Aprendí mucho más de hardware trabajando en Microplay, que en clases.

El último día de clases en mi instituto, después de 2 años, consistió en dar el último examen a eso de la 1 de la tarde para estar en el Alto las Condes a las 3, trabajando en las ventas de navidad, y saliendo del trabajo a las 11 de la noche. La semana siguiente empecé a salir a las 12, y pese a los turnos varias veces tuve que trabajar casi 12 horas. Por lo tanto mi último día de trabajo ahí fue el 24 de diciembre. El mall cerraba a las 8 de la tarde ese día. Yo llegué a las 10, y aproximadamente desde esa hora hasta el cierre, me quedé sentado en las cajas del fondo. Me dolían tanto los pies que apenas podía caminar, tenía sueño atrasado de meses, e intensificado aún más por el trabajo de las últimas semanas, y había atendido a tanta gente en esos días que lo único que quería hacer era ponerme en el pasillo y disparar a discreción con un bazooka. Aún así vendí más que todos los otros vendedores ese día. Para aquel entonces, ya hacía mucho tiempo que me había transformado en un vendedor de verdad, de esos de oficio.

Después vino el verano, y después me enfermé. Planeo hablar de ello pronto, pues últimamente he pensado muchísimo en lo que significa estar enfermo.

Pero ahora concluiré. Escribo todo esto porque mañana tengo una entrevista para una práctica de trabajo. No estoy muy emocionado primero porque es una práctica, no un trabajo, y segundo porque es en un laboratorio químico. O sea, promete ser más fome que las rechuchas. Pero en fin, es una práctica, y yo necesito hacer una.

Y todo este tiempo; desde que visité mis antiguos lugares de trabajo hasta ahora, me he preguntado si acaso esta es la transición. Si acaso ahora empiezo a hacer la práctica, después sigo trabajando (o encuentro trabajo en otro lado) y listo, empiezo mi nueva vida. O si por el contrario, como la vez anterior, tendré que dar un paso atrás, volver a trabajar vendiendo algo, antes de poder empezar una nueva etapa en mi vida. El asunto me pone bastante nervioso y me da algo de susto, debo confesar. Después de todo si algo vi. en mis años de trabajo fue a un montón de gente “esperando” a que la vida les cambiase, y mientras trabajaban en el mall. Y los vi en ese estado durante años, sin que realmente llegase el cambio. Eso me asusta también; que mi vida sea también así.

Pero en fin, tengo que dejar que las cosas pasen. Esperar que me vaya bien en la próxima entrevista de práctica, o en la siguiente, y salir de eso. Y después esperar a encontrar trabajo de una vez por todas, y que me vaya bien en eso también.

Tengo muchas, muchas ganas de que todo eso suceda.

sábado, mayo 20, 2006


He llegado a la conclusión de que no soy un adulto.

Sé que ya he hablado de esto antes, pero resulta que el tema me interesa. Es más, me llega a preocupar un poco. Eso es porque hace poco leí un artículo sobre adultos con intereses de niño que me hizo identificarme un poco con ello. Pero claro, inmediatamente me atacó mi lado responsable e independiente (que existe, oculto, pero ahí está) hasta que me dije "Ok, para. ¿Por qué tengo que ser o adulto o niño, porqué tengo que elegir un bando?"

Esa pregunta me la he hecho en inumerables ocasiones a lo largo de mi vida. Por lo general, la respuesta es "a la chucha, yo soy yo y punto" y me voy por mi cuenta.

En el fondo se habla de rehusarse a ser un viejo gris y aburrido, trabajólico y medio neurótico. Por ende no le veo nada de malo a no querer ser así. Después se habla de la responsabilidad y el compromiso. Bueno, pues no tengo demasiados problemas con eso, por lo menos no a estas alturas de la vida.

Hace algunos años, una noche en la que caminaba hacia mi casa, me fui peleando conmigo mismo, retandome porque era un niño irresponsable que eludía los deberes de adulto. Creo que al final me hice entrar en razón. Si bien aún eludo varias cosas de adulto; odio, por lo general, hacer trámites, entrar a preguntar algo a una tienda, etc, aunque por lo que sé los adultos también. Y lo digo así porque los adultos me siguen pareciendo algo lejano. Los adultos, en mi mente, siguen siendo mis padres, o los padres de mis amigos. No importa que ya tenga 26 ni que a mi edad mi papá ya era papá. Todo el tema de la adultez me sigue pareciendo lejana.

¿Qué tiene de malo que me interese por cosas como comics y videojuegos? ¿Acaso los temas adultos son mejores? De política, me intereso y también se hablar. De negocios, lo siento pero demasiado aburrido, e incluso me parece vulgar andar hablando de platas, especialmente cuando es ajena. Fútbol, ni ahora ni nunca. ¿Y de qué más hablan los adultos? De trabajo. Que lata. 8 horas diarias, 5 dias a la semana, ¿y en el tiempo libre se ponen a hablar de eso? Por mucho que te apasione, no es como para que sea lo único de la vida ¿no?

¿Y de qué mas hablan? De farándula, como todos. Aún mas aburrido. Prefiero discutir sobre las motivaciones ocultas de Darth Vader.

Pues no, me parece que sigo siendo un niño. Me encantan los juguetes (por si alguien le interesa, hoy vi una pantalla de plasma plana para el pc, 42 pulgadas, 800 lucrecias, no importa que mi cumpleaños ya haya pasado) y ver qué películas van a dar (y cuales están produciendo), conocer videojuegos nuevos, leer cómics, libros, y todo lo demás sobre lo que siempre ando desvariando por aquí.

Aparte de eso me gusta hacer bien mi trabajo, llegar a la hora, que mi jefe (o quien sea) no tenga quejas de mi, hacer las cosas lo antes posible y bien, no tener líos de trámites, ser ordenado para trabajar (y metódico) y ser responsable en todo eso.
Y nada de ello me hace gris.

Conclusión: si se me considera un kidult, ok, ni un problema.

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Hit del momento: "Hit in the US" de un grupo llamado Beat Crusaders. Aparecen en la banda sonora de un animé que se llama "Beck", que es sobre la formación de una banda de música. 24 capítulos, gran serie. Y la canción es ultra pegadiza.

Libro: Club Dumas, de Arturo Perez Reverte. Corso, el protagonista, es realmente increíble y gracioso.

Película: La última que vi fue Punisher, y antes de eso X-Men 2. Ninguna es muy buena (la primera es sencillamente asquerosa). Y antes de eso vi Spiderman 2. Bastante buena; el lado muy, pero muy humando de un superheroe, algo que me gusta bastante de la Marvel. Superman jamás estuvo en peligro de perder su departamento por no pagar al renta, y eso que no cobraba por salvar el mundo...

domingo, mayo 14, 2006

Es muy común pensar que después de haber estado al borde de la muerte (o cerca por lo menos) las personas experimentan un cambio en su vida que los hace modificar su conducta, replantearse las cosas e incluso tomarse las cosas de forma más espiritual. El cine y la TV nos lo han hecho creer así.

Pero en mi caso, las cosas no han sido tan evidentes. Ni teatrales.

A pesar de todo, igual he cambiado. Me he tomado más tiempo para hacer ciertas cosas, y menos para hacer otras. Me explico.

Comprendí lo apurado que llega a vivir uno. Por lo menos mis 2 últimos años de vida fueron apuradísimos, siempre corriendo de allá para acá. Trabajo, estudios. Pocas veces tenía tiempo para mí, y generalmente para tenerlo no dormía. Y me alimentaba mal; tuve una gran barriga que lo demostraba. Pero bajar el nivel, desacelerar, no lleva a nada. Uno se pone peor, más ansioso aún. Eso es porque el hacer las cosas aceleradamente no es el problema de fondo. Este problema, es el urgirse por todo. Preocuparse por todo; pese a que hay cosas que uno no puede controlar igual se preocupaba y amargaba al respecto. En mi caso, se podría añadir a ello incluso una ambición desmedida; lo quería todo y lo quería ahora, como la canción de Queen.

Ya no.

Mentira. Lo sigo queriendo todo y ahora. La diferencia es simplemente, que ya no me desespero por ello. Me lo tomo con calma. Porque no hay otra forma de tomárselo, también. Por ejemplo; necesito tomar una práctica laboral para terminar mi carrera. Pero por el momento, como estoy haciendo un trabajo temporal, me concentro en él. Una vez que lo termine, me preocupo de la práctica.

Y después está lo de hacer las cosas más despacio.

Por ejemplo, pasear. La semana pasada fui al centro, mi maravillosa novia me invitó a un muy burgués café con pastel el cual acepté encantado. Ella misma, con su por lo general sorprendente punto de vista de las cosas, me hizo reparar en el hecho de que antes yo no hacía esas cosas. Y tenía razón. No sólo en eso; antes predicaba entre los míos todas mis ñoñerías hablando de ellas sin cesar. Malas noticias gente, sigo haciéndolo. Pero ahora también escucho las de los demás, pues me di cuenta que antes no lo hacía, o en muy pocas ocasiones. O sea, me tomo el tiempo de hacerlo.

Han pasado varios meses desde mi hospitalización. Pese a que aún tengo pesadillas angustiosas al respecto, con más frecuencia de lo que me gustaría. Aún se me revuelve el estómago al recordar ciertas cosas, especialmente en lo referente a olores; cuando recuerdo algo por el olor (Casi el 50% de las veces que me atacan los recuerdos, es a raíz de un olor. Vaya a saber uno porqué) Supongo que en algún momento, los recuerdos perderán su fuerza. Algunos ya lo hacen, y a veces me resulta difícil pensar en que sí estuve allí casi un mes, y sí, casi me muero ahí mismo. Por ejemplo, ya no recuerdo el dolor, sin embargo si recuerdo lo que era estar postrado. Lo más probable es que para el próximo año, ni siquiera recuerde eso.

Pero lo mejor de todo, es que aún estoy aquí.

viernes, mayo 05, 2006


Debo rectificar. Hoy vi Chasing Amy y honestamente me parece una de las mejores películas de Kevin Smith. Si Dogma hablaba de religión y Clerks sobre quedar botado, fuera de la vida, Chasing Amy habla sobre sexualidad. O sea, dejando aparte una reflexión sobre Star Wars que aparece al principio acerca de los afroamericanos y su papel en Star Wars, que es francamente notable.

Creo que el sexo, junto con la necesidad de aceptación (ojo, no de reconocimiento) y de éxito, el dinero y quién tiene la razón, son los elementos más sobrevalorados de la cultura occidental. Pero ahora sólo hablaré de sexo.

No tengo muy claro en qué momento pasó, pero definitivamente el mundo comenzó a girar alrededor del sexo y aún no se ha detenido. Por lo menos, en latinoamérica. Como en la canción de los Prisioneros, que veinte años después sigue siendo igual de cierta.

De forma subconciente, se ha llevado el sexo a lo más importante en la vida. Se ha comercializado, en el sentido de que cuanto más sexo, y con más personas, mejor. Hasta el punto en el que la infidelidad es considerada una actitud aceptada e incluso alabada si es para tener más sexo. Hablar de "hacer el amor" es considerado una estupidez.
Aquel que no tiene sexo, es un perdedor. Aquel que tiene sexo, y si es posible (sólo en el caso del hombre) con dos o más mujeres al mismo tiempo, es un dios. Claro que si es la mujer la que está en esa situación, es la mas sucia prostituta. Algo de eso aparece en Chasing Amy. También se marca claramente la estúpida y machista posición masculina respecto a las lesbianas desde el punto más extremo (aquel macho que piensa que la lesbiana no existe, es simplemente una mujer que no ha encontrado el hombre adecuado) hasta el más simple; (el macho que piensa que se pone celoso de que su pareja haya estado con otros hombres, pero no de que haya estado con otras mujeres).

Lo que me gustó de la película, del personaje de Alyssa (la lesbiana) es que habla claramente sobre la desorientación sexual. Que si probó todas esas cosas (debo admitir que aquí la película no tiene nada de serio, es sumamente gracioso cuando ella empieza a detallar su pasado sexual) fue porque estaba en la búsqueda de algo, no por que fuese un fin en sí mismo.

Se suele culpar a la pornografía por esa visión de las mujeres lésbicas o bisexuales; que son insaciables, que sólo piensan en sexo, etc. En realidad la pornografía tan sólo propone fantasías, son aquellos hombres tan estúpidos como para pensar que todo eso es real, quienes terminan promoviendo esa visión deformada respecto de la sexualidad. Y he conocido a hombres que juran que lo que ven en páginas porno, es real. Aunque usted no lo crea.

Personalmente, creo que el sexo es sumamente importante pero no un fin por si mismo. Aunque eso me haya valido la calificación de "gay" por varias personas (vamos Daniel, dilo, sé que lo estás pensando XD ) La felicidad que viene de sentirse acompañado, apoyado, cuidado y comprendido es mucho mayor que cualquier placer sexual, el cual es por definición efímero.

El ver a tanta gente obsesionada con al idea de tener sexo, cuanto más mejor, y al mismo tiempo verlas solas y miserables, me hace preguntar qué diablos les pasa que no se dan cuenta que lo segundo es causa de lo primero.

martes, mayo 02, 2006


Desde las últimas dos semanas, estoy caminando bastante. O mejor dicho, volví a caminar. Ni siquiera es tanto como antes, sin embargo me canso el doble. Si a eso le sumamos la mala calidad del aire, que antes no notaba pero ahora si, se podría decir que termino bastante cansado al final del día. Aún me cuesta acostumbrarme a eso.

Hoy, durante unos segundos, mientras tomaba el metro, me dio lata pensar en todo lo que tenía que caminar desde la estación a mi casa; unas 7 cuadras. No pasaron ni dos segundos hasta que en algún rincón de mi mente, los recuerdos le pegaron un formidable charchazo a mis quejas al respecto. Recordé lo que era estar postrado en una cama, durante semanas, sin apenas poder caminar. Y todo lo que deseaba salir y caminar de nuevo. Como resultado, esas 7 cuadras se me pasaron como si nada, mientras felizmente daba mis pasos.

Creo haber hablado antes, en la antigua versión del blog, acerca de lo que significa para mi caminar de noche. Y si no lo hice, juro solemnemente que tuve muchas ganas de hacerlo. Porque Santiago es otra ciudad de noche. No tendrá la vida social noctruna de otras ciudades (Se dice que hay ciudades que nunca duermen. Santiago, mas bien, pareciese no terminar de despertar nunca. Durante el día simplemente abre los ojos, bosteza y se da media vuelta para seguir durmiendo)pero quizás precisamente por ello tiene un encanto especial. Uno se siente único caminado por sus calles, especialmente en invierno. El ambiente tiene algo a "Soy Leyenda", el libro de Matterson. Y por lo menos a mí, esa tranquilidad, me pone reflexivo.

Hoy, en unas miseras 7 cuadras, reflexioné brevemente acerca de todo lo que he leído acerca de Silent Hill en Wikipedia (Silent Hill es una serie de videojuegos de terror bastante famosos; en mi afán de consumidor de historias, al no poder jugarlos, leí de qué trataban, al igual que hice con los 12 juegos de Final Fantasy) y que en mi opinión es un tipo de terror muy interesante; el terror verdaderamente psicológico. Porque por lo general, el cine cuando habla de terror psicológico se refiere al "terror sin grandes escenas gore de asesinatos", cuando en realidad la existencia de un pueblo al que se vean atraidos ciertos personajes con traumas graves, y que se vean reflejados en las calles del pueblo y los monstruos que ahi aparecen; eso es verdaderamente psicológico.

De ahi me puse a pensar en que, si tengo de hecho el Silent Hill 2 y 4 para PC, ¿Porqué no los juego? Primero porque al menos el 2 lo encontré un poco fome. Y segundo porque he descubierto que de un tiempo a esta parte me he vuelto bastante asustadizo y sensible a imágenes grotescas (desmembramientos, desfiguraciones, etc) probablemente lo primero debido a mi pérdida de fortaleza física (y por ende, seguridad) y lo segundo, a un exceso de empatía hacia los demás y una sobredimensión del horror y sufrimiento ajeno. No tengo ni idea de cómo los podría llegar a solucionar, pero espero hacerlo ya que pocos géneros me atraen tanto como el terror.

Entonces de ahí salté a una vieja pregunta filosófica; la diferencia del "porqué" y el "para qué". Depende de con cuál de estas dos preguntas uno enfrente una situación, es la orientación que se tomará frente al problema. El porqué es la base del idealismo y romanticismo; mientras que el paraqué es la base del realismo y el pragmatismo, utilitarismo, o como quiera llamarse. Yo me inclino, por lo general, por lo segundo para tomar decisiones, y sólo por primero cuando tengo ganas de huevear, o dicho en idioma culto; especular.

Más o menos ahí fue cuando llegué a mi casa. Aunque en realidad no empecé a reflexionar sobre el terror; antes de eso lo había hecho primero sobre caminar, después sobre hacerlo de noche, y finalmente sobre escribir todo esto en el blog, perdiendo quizás lo concentrado y la calidad (al menos a mi juicio) de la primera concepción que tuve de qué debería escribir en el blog, y transando todo ello por cantidad y liberación; muchas veces no escribía porque ningún tema me parecía lo suficientemente interesante. Ahora prefiero escribir cuando tenga ganas, y arriesgarme a ser vilipendiado e insultado por mis lectores cuando les parezca que me pongo latero. Para eso está la sección de comentarios :D

lunes, mayo 01, 2006


Clerks



Breve nota introductoria:

Nadie se opuso a mi intención de hablar de ñoñerías, así que allá voy.

Aquellas personas que me conocen, saben que cuando hablo suelo referirme a una serie de temas que si bien no tienen mayor relevancia en términos espirituales, trascendentales o filosóficos, me apasionan como si lo fuesen. Es más, suelo elevarlos a esa categoría. Y cuando digo que "suelo referirme" es un eufemismo para decir "inundo con información". La mayor parte de la gente suele aburrirse cuando lo hago. Aquellos que no, son mis amigos. Y es mas, cuando me escuchan suelen contagiarse. Soy el sueño húmedo de cualquier publicista.
Aquellos que me conocen en realidad no saben cual es el proceso personal que me lleva a dominar un tema. Tan sólo mi amada novia lo conoce y lo sufre. Este proceso consta en sumergirme en un lapso de tiempo muy breve pero sumamente intenso, en el cuál me someto al bombardeo de información sobre el tema en el que me intereso. Lamentablemente, y aunque lo he intentado, no puedo aplicar el mismo esquema de estudio a los temas relacionados con mi carrera. Y eso que lo he intentado.

Fin de la breve nota.

Kevin Smith es un director de cine bastante raro. No se podría decir que lo descubrí hace poco; en realidad hace años vi una de sus películas (Mallrats) en el cable y quedó para siempre grabada en mi imaginación por dos cosas. Primero, aparecía Stan Lee en ella, quien es por si no lo saben el gran creador de los cómics Marvel; entre sus personajes está Spiderman, Los 4 Fantásticos, X-Men y todo lo que se está haciendo película ahora. Lo segundo que me llamó la atención de la película fueron dos personajes, Jay y Silent Bob. Especialmente este último, quien prácticamente no habla, como su nombre indica, y que encima es interpretado por el mismo Kevin Smith.

¿Porqué hablo de "Clerks2 por encima de sus otras películas?

Porque "Mallrats" es bastante estúpida e irrelevante; "Dogma" es magnífica pero aparte de que también actúa Jay y Silent Bob no tiene demasiada relación con el resto y "Chasing Amy" aún no la he visto, pero tampoco le tengo demasiada fé.
Sin embargo, "Clerks" me tocó particularmente.

No voy a resumir la película aquí (véanla) sino que me voy a referir a porqué me impresionó. No es la actuación, ni que sea en blanco y negro, ni el sentido del humor genital que tiene la mayor parte del tiempo. Es la historia de fondo.
Dante es un tipo que no fue a la universidad, sino que se quedó trabajando como dependiente de una mini market. Personalmente sé lo que es trabajar atendiendo público, es marcó mi vida durante los últimos años y que influye mucho en cómo es uno (aunque en lo personal, mi forma de atender público se parecía más a la del otro personje, el que trabaja en la tienda de video) y cómo ve las cosas. A través de la película, y a medida que uno va conociendo mejor a Dante, se da cuenta de por qué termino haciendo eso; del miedo a transformarse en actor de tu propia vida en vez de espectador. Es bastante fácil quedarse y hacer lo que a uno le dicen y vivir así su vida, como por inercia. Algo que afecta no sólo a quienes no pudieron estudiar, por cierto; hay mucha gente que estudió y sacó una carrera universitaria, todo por inercia. Dante es un personaje que deja que todos pasen por encima de él porque no sabe imponerse a sí mismo, ni a la vida. Es un personaje que no es un gran héroe ni pretende serlo. Pero poco a poco va descubriendo porqué su vida es tan horrible y qué tiene que hacer para mejorar.

Ahora, no sé el resto, pero a mi me costó entender todo eso. No me refiero a no entender la película; hablo de darme cuenta de la inercia y de despertar, de orientar su vida hacia lo que uno quiere, y aprender a ser feliz.

Cuando salí del colegio y me puse a trabajar, podría haberme quedado ahi. Porque si bien el trabajo no era del todo agradable (jefes imbéciles, mal horario) tenía sus recompensas, trabajaba en un ambiente que me gustaba y en un mundo, el de los libros, que siempre me ha apasionado. Sin embargo quise estudiar, salir de todo eso.
Cuando me puse a trabajar por segunda vez, luego de un fallido intento de estudios, todo pasó de nuevo. Esta vez el gran enemigo era en realidad el horario (no me puedo quejar de mis jefes, en su gran mayoría fueron buenos) sin embargo era divertido trabajar ahí. Pese a los clientes, que es en definitiva lo pero de trabajar atendiendo público (y que es divertido, porque uno termina pensando en los "clientes" como una raza aparte de nuestros compañeros de trabajo y familiares, e incluso después de atender público uno se comporta de forma distinta al ser cliente en otro lugar) mi último trabajo tenía varios beneficios y supongo que de no ser ambicioso, de no tener cosas por las cuales quiero luchar en mi vida, podría haberme quedado ahí. No sería el único; cuando trabajaba en la librería conocí a gente que llevaba 25 años haciendo lo mismo (ok, uno solo, pero es impresionante) y el resto, que por promedio llevaba unos 8 años trabajando ahí, y que aún siguen haciendo lo mismo hasta donde yo sé. En el último trabajo esto no era tan así; lagente trabajaba unos 3 o 4 años máximo ahí, sin embargo en su gran mayoría cuando se cambiaban de trabajo era para irse a un lugar igual y hacer lo mismo.

Yo elegí estudiar y ser otra cosa. Aún no sé hasta qué punto me habrá resultado, pero estoy determinado a no volver atrás a menos que no tenga que comer; literalmente.

Para entender mejor lo que quiero decir, aquellos que nunca han trabajado en una tienda, vean la película. Y aquellos que si han trabajado, veanla igual. Se van a reir más que el resto.

viernes, abril 28, 2006

La verdad es que no tengo nada demasiado interesante que decir. O sea, a nivel global. A nivel personal, bastante; mi novia volvio de Buenos Aires con un polerón de Nightmare Before Christmas y libros varios para mi, todo de mi gusto. Sobre todo ella. Y bueno, una vez mas me di cuenta que disfruto de su compañía de tal forma que hago planes de vida en función a ella. Lo cual está bien, supongo que quiere decir que soy maduro y todo eso.

Lo que me llama la atención, eso sí, últimamente, es que esa vida mia no me preocupa demasiado. Me explico en términos mas claros:
Estoy sin trabajo, haciendo una cosita temporal en un campo informático que no es el mío y que duró una semana, ahora está en pausa y después será a lo mucho una semana mas.
Aún no tengo ni proyecto de práctica.
Y sin embargo, no estoy angustiado. No sé aún muy bien porqué, pero quizás sea que me cansé de estarlo. Esa suele ser la respuesta para muchas cosas que me pasan en la vida. Me canso rápido de muchas cosas, especialmente de sentirme mal. O angustiado. O deprimido.

Quizás haya estado más preocupado del cigarro últimamente. De no poder volver a fumar y de las ganas que tengo de hacerlo. Lo bueno es que me autocontrolo. No caigo en la tentación. Cuesta. Mas que la cresta. Pero no es del todo imposible.
Y curiosamente una de las cosas que no lo hace imposible, es ver que el dinero no me desaparece porque si. Si fumase aún, ya no me quedaría plata. Sin embargo, me queda. Es más, si llego a recibir la plata de devolución de impuestos en mayo, en una de esas hasta salgo con disco duro nuevo. Pero en fin, volviendo al tema inicial; gente que ha dejado de fumar me ha dado la mala noticia de que si te gusta fumar, las ganas no se te pasan nunca.
Entonces llegamos al punto en lo que me preocupa, de fondo, es tener que vivir con tantas restricciones siendo tan joven. Que el cigarro. Que la mayonesa. Los huevos.
Eso a veces me achaca.
Pero después analizo en perspectiva, como he ido superando los achaques de todo esto poco a poco, y más aún, como he ido superando los achaques anteriores de mi vida. Y sé que puedo hacerlo. Y me tengo fe.

Y eso. Mi vida no es de lo mas entretenido que hay, pero a mi me gusta. Me refiero que no tengo grandes cosas que contar. Pero soy feliz, y eso me parece importante. Ahora, una cosa es que me parezca importante, y la otra es que eso les parezca interesante :D

Una cosa más:
Agradeciendo el apoyo entregado al renacimiento de esto, aprovecho para pedir opinion al respecto: tengo ganas de regurgitar mi ñoñeria (ojo, no es poca y es potente) aquí escribiendo a veces no sólo de mi vida sino de cosas que me interesan (y que para variar, son poco conocidas) que son, frecuentemente, películas, cómics, libros, y asi. ¿A alguien le interesaria leer sobre eso?

domingo, abril 23, 2006

2.0


… o Melmoth Reloaded,
o Meltmoh el Retorno,
da lo mismo. Lo importante es que he vuelto.

En rigor, volví a la vida activa y fuera del hospital el 29 de febrero. O sea, hace casi dos meses. Pero en realidad no había vuelto, seguía con el hospital a cuestas. Es por eso que no voy a continuar con la publicación del diario del hospital, aunque agradezco profundamente el esfuerzo que hizo mi novia Daniela transcribiendo todo eso (y yéndome a ver al hospital, pues sé que no fue nada agradable y aún así lo hizo por mí).
Mi PC también se enfermó; ese fue otro de los retrasos. Ahora, con teclado, memoria, procesador y placa madre nuevos, está funcionando en perfectas condiciones (mis juegos se ven tan lindos!)

Hace poco, en una conversación con mi novia, surgió el tema de porqué no estaba escribiendo. No sólo el blog, sino que en general. No puedo decir que no me haya dado cuenta de que ya no escribía; de hecho dejé botado todo lo que estaba escribiendo en el hospital. Lo que si puedo decir es que hasta ese momento, no me había dado cuenta, del todo, que estaba intentando sacarme el hospital de encima. De hecho, de eso me di cuenta ayer, cuando una amiga de la familia nos visitó y tuve que contarlo tooooodo de nuevo y cuando llegué a la parte de la endoscopía sentí nauseas, me tuve que parar y darme una vuelta, y me sentí realmente enfermo. Creo que eso, va a ser algo a superar.
Pero al menos sirvió para que me diese cuenta de que en realidad, aún estaba huyendo del hospital. Y se acabó, ni ahí con seguir huyendo.

Ya hice suficiente de escapista tirándome de cabeza a mis ñoñerías durante el mes en el que estuve confinado a mi habitación. Se podría decir que hice una especie de post grado autodidacta en frikerias de cine, cómic, juegos, televisión, libros, etc. Creo que me hizo bien, de todas maneras. Pero no estoy seguro de cómo afectó a quienes me rodeaban. Creo que no les hizo muy bien.

Durante las dos últimas semanas estuve haciendo un trabajo temporal en la empresa de mi hermana, que me servirá para disminuir los devastadores efectos económicos que me trajo la muerte y resurrección de mi PC. Y al parecer, eso fue lo que en definitiva me hizo recuperarme por completo. Bueno quizás exagero. Pero al menos, me hizo despertar un poco.

Lo cual me lleva a dos conclusiones. Primero, contra todo pronóstico, no soy un flojo rematado; me gusta trabajar. O sea, simplemente soy excesivamente lúdico, que no es lo mismo que flojo. Y segundo, aunque lo que hice como trabajo está bastante alejado a mi aún no ejercida profesión, experimenté por primera vez lo que era vida de oficina, con los horarios y los té en la mañana y todo eso. Y me gustó muchísimo. Sobre todo la parte del sábado por la mañana, levantándome temprano y desayunando y todo.

Claro que para variar me he ido por las ramas. Aún no he dicho porqué decidí volver a escribir.

Son muchas cosas. Una de ellas, una frase de una canción de Mago de Oz, banda que no me gusta ni por si acaso pero que como estaban tocando en la radio, tuve que escuchar en más de una ocasión. La canción se llama “La Posada de los Muertos” (creo) y en algún lado dice algo así como que los muertos atormentan a quienes ni quieren ni dejan vivir. Y me dí cuenta de que en realidad no quería vivir. No sirve de nada que todo el mundo me haya dicho “oye, pero si estuviste a punto de morir y te salvaste” porque no le ví en ningún momento un propósito para ello. Con un cuerpo de alguien de 30 o 40 años, sin poder volver a fumar (me afecta a niveles insospechados eso) ni tener una vida normal, no es tan fácil volver a sentir unas ganas locas de volver a vivir. No niego que hay gente que queda mucho peor, que al menos no quedé lisiado y todo eso. No reniego de eso ni me siento poco agradecido tampoco. Simplemente, tampoco era para dar saltos de alegría.
Una de las cosas que más me afectó, fue ver a los viejitos del hospital. O sea, estar rodeado de ellos, y ver lo solos e indefensos que estaban, en su mayoría seniles, obligados a usar pañales. Fue como “oh si, es maravilloso lo que me espera con eso de seguir viviendo; terminar como ellos”. No sé si vaya a terminar así o no (ciertamente espero tener numerosos problemas de salud en el futuro, para qué me voy a engañar) pero ahora tengo la duda sobre ello al menos, en vez de la certeza. Eso me hizo que me dieran más ganas de vivir.
Por supuesto, la principal fuente de ganas de vivir es, ha sido y espero que sea siempre; mi dulce novia. Sin ella, creo que ni siquiera lo hubiese intentado. No con muchas ganas, pro lo menos.

Pero para resumir, lo estoy intentando. Con todas las molestias y restricciones y todo. Creo que voy a cambiar los cigarros por la coca cola. Creo que voy a seguir escribiendo aquí. Y seguiré escuchando My Chemical Romance mientras mi amada novia anda hueando en Buenos Aires, porque la hecho profundamente de menos.

Hit del momento*: “You Know What They Do To Guys Like Us In Prison” – My Chemical Romance.

Película: Constantine (Lo sé, no es nueva pero da lo mismo, no veo películas buenas de todas maneras. Y también sé que es una adaptación aborrecible del cómic Hellblazer, destrozado y despojado de su profundidad y melancolía. Pero a pesar de ser fanático del cómic, igual me gustó la película)

Libro: It, de Stephen King.

*nota: lo del hit del momento es algo que copié de mi novia. Ella suele usar eso para mostrarme canciones nuevas, que por lo general me gustan. Dados los correspondientes copyrights, declaro que con toda probabilidad seguiré mostrando hits personales, frecuentemente adquiridos de mi novia, como es el caso de esta canción y de esta banda.

lunes, marzo 13, 2006

Hospital Día 6 (09/02/06)

Empiezo a aburrirme. Mortalmente. Me doy cuenta de algo: cuando estaba en la otra sola (los 4 días que pase ahí) todos los días me daba la impresión de estar en una pieza distinta. Incluso me daba la impresión de que mi cama estaba en distintas posiciones (ahora cuando lo recuerdo, tengo la misma impresión). Quizás era todo el movimiento de biombos, varias veces al día, o quizás me inyectaban morfina o algo así y no me daba cuenta.
Aquí no pasa lo mismo. Todo es aburridísimo y ya me duele el culo de estar tanto tiempo acostado. El doctor Ulloa me dice que eso de que quiera ir a casa es una buena señal, que me estoy mejorando. En mi opinión, el hecho de que todo el cuerpo me duele menos es una señal de que me estoy mejorando.

Hospital Día 5 (08/02/06)

Mi vida en la UTI. Despierto rodeado de 6 doctores, entre ellos los dos que me sacaron del SPA y la Dra. Marisol, quien fue la primera que cachó algo en mi pierna. Todo están de acuerdo con la nueva teoría de lo que me pasa y por lo tanto, paso toda la mañana haciéndome exámenes (afortunadamente indoloros) pero de algo sirve. Ellos tenían la razón y ya saben lo que tengo: Trombosis subvenla con infarto pulmonar. No se uds. Pero yo, so escucho que alguien le dio eso, pienso “chucha este hueón está muerto”.
Y de hecho, así de cerca estuve de morir, pero como que no me doy cuenta, porque me siento bien. Esto nos lleva a un hecho sorprendente, te puedes sentir bien, como si no pasara nada, aún cuando solo el 25% de tus pulmones este funcionando.
El resto del día es lo de más fome. Aquí hay menos enfermeras pero muchos más médicos. De hecho, los doctores que están a mi cargo me van a ver cada una hora. Las enfermeras se limitan a llenarme de pinchazos (hasta 12 en un día). Me dicen que una semana más estaré en casa, creo que sobreviviré.
Hospital Día 4 (07/02/06) Parte 2

Aquella noche empecé con los mismos síntomas que la noche anterior. Y como aun estaba asustado de lo que me pasó (es más, 20 días después aún lo estoy) empiezo a hacer show hasta que llega un doctor. Y tengo la suerte que llega otro doctor, uno de los que me vio después de la crisis. O sea, sabía lo que me podía pasar. Deciden rápidamente ponerme a chapotear en morfina8genial, iba a ser Jim Morrison) pero había un pequeño problema: no les quedaba. Es más, lo mas fuerte que tenían, era un paracetamol.
A esas alturas, estaba chato. Por mucho que me hubiese encariñado con las enfermeras, los camilleros, y hasta con la cama, estaba hasta las pelotas que nadie me pescara cuando decía que me dolía la pierna, y que se les acabara la única hueá que me calmaba el dolor.
Y entonces, tuve el cuevazo del año.
Apareció el doctor que de hecho, había estado de turno el fin de semana. De hecho, era el que había presenciado mis dos ataques de tos. Hasta había echado la talla con él.
Es más, es una de las personas que realmente, me salvo. El Dr. Ulloa.
Siendo honestos (con sus propias palabras) tanto él, como el gordito que lo acompañaba (que resultaba ser el jefe de Ulloa) habían ido a darse una vuelta por la sala donde estaba para mirar el poto a un par de enfermeras por ahí. Pero como me vieron tan cagao, y el doctor que me atendía tan complicado, se acercaron. Así que ahí estaba yo, cagao en dolor, y los tres doctores haciendo hipótesis sobre qué me estaba pasando. Entonces caen en la cuenta que la doctora de la noche anterior me había revisado la pierna, había dejado unas notas. Y que la interna también dejo constancia. Y en esas, el Dr. Ulloa va y dice “¿Y si este hueón tuvo una trombosis en la pierna y la hueá se le fue al pulmón?” y el otro le dice “capaz poh, hueón” “¿tenemos cama libre en la UTI? “Si poh” “Ya este hueón se va cagando pa´ allá”
Y resulto que eso era lo que tenía. Y el dialogo, en realidad se ajusta bastante a la realidad. Lo único que falto fue que cuando entró una enfermera potoncita, el gordito la queda mirando (la mina estaba justo de espaldas y medio agachada) y me dice “¿Seguro que te querí ir de acá?” Si -le digo- . “Ok, a este hueón de verdad le duele la hueá, nos lo llevamos”:
El cambio fue positivo. Estar en la UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio) era como estar en otro hospital. Paredes cubiertas de baldosas, neones con antireflejo, camas con control remoto para configurar la posición, a uno lo conectan a esas maquinas como la de las películas, con gráficos para los latidos del corazón, capacidad y presión pulmonar, saturación y todo eso. Y todo es más silencioso. Fome, pero silencioso.

domingo, marzo 05, 2006

Hospital Día 4 (07/02/06) Parte 1

Crisis. En mala.

He experimentado en mi vida, en mayor y menor medida, lo que es el aislamiento. Y lo que es, en términos generales, sentirse solo. Pero nunca me afectó tanto como la noche anterior, y este mañana. Estar tan solo, no tener como comunicarte con nadie a quien quieres, no poder encontrar consuelo en otro, ni abrazo, ni cariño, ni nada.
Y además, el dolor. Tan intenso que no podía parar de llorar. El dolor de la pierna, tan intenso y del cual nadie se había preocupado ni tratado, una sensación de tener lava en vez de sangre en las piernas, ardiente e inmóvil. El dolor en la base de la espalda, por todos esos días sin poder levantarme de la cama y caminar; dolor en los huesos por la falta de movimiento. Un dolor muy agudo en la mitad derecha de la espalda (que ahora sé que se trataba del huésped maldito, el coágulo asesino) y finalmente un dolor en el pecho, como descarga eléctrica, al toser muy fuerte (o sea cada 2 minutos)
Ahora imagina todos esos dolores al mismo tiempo, tanto los físicos como los emocionales, con tanta intensidad que me sacaron del sueño, y grito, y no quiero llorar pero no hay forma de parar.
Miedo.
Por no saber lo que me esta pasando, no saber si acaso me estoy muriendo. El dolor y la tristeza me desorientan, termino que usan por aquí para decir que un paciente pierde lucidez. Pero si mantenía la conciencia. Veía todo y a todas, pero no sabía donde estaba, ni porqué. Y lo que mas me asustó, olvide como hablar. O más bien, era como cuando uno tiene la palabra en la punta de la lengua, pero en mi caso, eran todas las palabras.
Entonces me doy cuenta que no controlo mi cuerpo.
Empiezo a temblar, sigo tosiendo y eso me hace gritar de dolor, no puedo dejar de llorar y me ahogo así que vuelvo a toser.
Siento que me desnudan y me lavan y al hacerlo se dan cuenta que algo va mal. Una enfermera sale corriendo a llamar al doctor y yo pierdo la conciencia. Despierto, al parecer una hora mas tarde, pero sigo en el mismo estado mental. Siento que me meo encima y a todo el caos de emociones se le suma la humillación de no controlar mis esfínteres, la vergüenza de que me suceda algo que no me pasaba desde los 3 años, y vuelvo a perder la conciencia.
Una enfermera de las que ya conozco me despierta, y con preocupación dice que me orine, mientras me limpia. Le tomo la mano y le digo que tengo miedo, que no sé que me pasa, y creo que aún lloro. Ella me consuela y me limpia, mientras otra enfermera me da una pastilla y me duermo.
Al despertar volví a ser yo. Lo recordaba todo y ruego por no tener pesadillas sobre eso. El resto del día estuve triste, muy triste y avergonzado. Todos los doctores y enfermeras pasaron a verme e intentarme subirme el animo, y hasta cierto punto lo consiguieron.
Ese día aprendí dos cosas.
Primero, lo aburrido, lo mortificantemente aburrido que puede ser estar postrado en una cama sin poder dormir y sin fuerzas ni para leer.
Segundo, lo desvalido que se puede llegar a sentir uno cuando esta enfermo, y solo. No basta que te cuiden. Es necesario, además, que lo hagan con cariño. Y sobre todo, que te consuelen.

miércoles, marzo 01, 2006

Hospital Día 3 (06/02/06) Lunes

Soy, casi por definición, extremadamente curioso. Término el cual ha sido deformado en nuestro país tras ese oscuro periodo de dictadura, donde todo se ocultaba y el querer averiguar algo podía matarte, y se le dio una connotación negativa: sapeo. Ok, díganme sapo, pero estarían demostrando su ignorancia; el sapo es el que mira y después habla (de ahí la analogía, los sapos tienen la boca grande) y no hablo, solo miro. Curiosidad. Observo, pregunto, aprendo.
Como estoy confinado a una cama, sin nada que leer (por lo menos así fue entonces) no podía hacer más que mirar,
Observe a los ancianos enfermos. Usualmente, uno los disculpa, diciendo que como son niños de nuevo, por eso dicen y hacen tanta tontera. Después de una extensa observación empírica en campo, mas detallada al respecto, llegue a otra conclusión: Quien es idiota se transforma en un viejo idiota. Quien no lo es, simplemente se hace viejo. Un poco jodido, pero viejo.
Aparte de eso, pude comprobar que durante la semana, el hospital es un hervidero de médicos. Porque el fin de semana las enfermeras se encargan de todo, pero en la semana, me examinaron al menos 7 doctores distintos. Pero lo mas entretenido fue mi primero encuentro con un interno, la doctora Catalina Castro. No piensen mal. Es absolutamente imposible que exista algo lejanamente similar a la sensualidad. El tacto con una enfermera o doctora es como el de una madre o un padre. Porque después de todo, un doctor (o insisto, enfermera) con vocación que ama lo que hace, pone toda su energía en hacer bien las cosas y sanar al paciente. Por lo tanto, lo cuida como lo más importante, y su tacto es paternal. Y se nota. Por lo menos, yo lo noto.
El caso es que la doctora interna que llevaba recién una semana en el hospital y tenia cara de no ser capaz de comprar alcohol por si sola, llego echa un atado de nervios dignamente disimulado (esa semana de practica la había pasado con pacientes leves) seriedad forzada y una parada (bastante bien conseguida) de “no soy una pendeja soy una doctora y puedo salvar vidas” ¿Cómo podía alguien no sentir cariño a una niñita así? Me reviso cerca de una hora (lo normal son 15 minutos). Con toda la concentración y dedicación que puede reunir un ser humano. Quizás por eso la recuerdo con cariño, porque me hizo sentir importante. Que se preocupaban por mí. Ella fue la primera que anotó mis molestias en la pierna, algo que después probó ser importantísimo.
La vi durante el resto del día, equivocándose, no sabiendo respuestas de doctores con más experiencia, siendo felicitada en otras ocasiones, caminar casi dormida y todas esas cosas que salen en las series de médicos y que son verdad (ahora, que ya han pasado semanas desde el día que describo aquí, la he vuelto a ver, mucho mas profesional y segura de si misma. Pero por alguna razón se me imagina un tierno peluche con estetoscopio)

viernes, febrero 24, 2006

Hospital Día 2 (05/02/06) Domingo.

Y lloré, muchas veces. Pasando del miedo al pánico, a la sensación de abandono, de soledad, de desconsuelo. No estaba en la mejor de las compañías. Al lado, una viejita conectada a mil máquinas (murió 3 días después) y al frente, una vieja loca. Y cuando digo loca, es de verdad. La primera vez que la vi fue en urgencias. Pasó una hora y media gritando “ayuda mamá, me duele no aguanto más” una y otra vez. Sin parar. Uno pensaría que a esa edad, por el puro esfuerzo se cansaría de gritar. Pero no. Fue una hueá continua. Adivinen quien fue a parar a mi pieza. No fue una noche agradable.
Lo único que hizo soportable mi estadía en ese lugar, fueron las enfermeras. Y eso, porque mi madre me enseñó a ser educado. O sea, si una persona te lava, te pone una inyección con todo el cuidado posible para que no te duela, se preocupa por ti constantemente aunque sea ese su trabajo lo mínimo es decir gracias. Al parecer, muy poca gente piensa igual. Generalmente lo que les decían era “No ves que me duele conchetumadre”, “¿Pa´ que me despiertas pa´ pincharme conchetumadre?” y un largo etc. Una de las enfermeras decía “Mi mamá debe estar feliz, 16 camas y 10 se acuerdan de ella”. Y a pesar de ello, igual hacían su trabajo. Y como yo decía gracias, fueron muy distintas conmigo.
Antes, tenía la impresión de que en los hospitales eran los doctores los que la llevaban. Que sabían todo, y que simplemente decían “pinche aquí” o “déle tal cosa”. Ahora sé que me equivoco. Después de ver enfermeras diciéndole a los doctores que no le pueden recetar tal cosa a un paciente porque saben todos los efectos secundarios, o en momentos de crisis, saber que administrar antes que el propio doctor reaccione. Si se saben todos los remedios de memoria.
Ese día conocí a la Paola, enfermera jefe que de hecho me salvó de un ataque de tos que casi me asfixia. Y a Jacqueline (no se ni escribir su apellido), una mina con cara de modelo y modales cuicos quien vi llenarse de mierda hasta los codos (literalmente) limpiando a un indigente curao que acababa de llegar de urgencias. Y cuando digo limpiar, me refiero por todos lados. Ella también me saco de otro ataque, y tuve la oportunidad de conocer 0,3 ml. de Morfina. Gracioso, pero ni tanto.
Esa noche lo pase mal. Miedo, horas interminables, sin ver a casi nadie y sin atreverme a preguntar si podría recibir visitas. Cuando apareció una enfermera ofreciendo algo de comer, le pregunté la hora pensando que serían casi cerca de las 15.00 hrs. Eran las 10:00 AM. Pero al menos, supe que las visitas llegaban a la una y media.
Aunque no pude parar de llorar durante toda la media hora de visita, me hizo bien. Me dieron fuerza. Porque el resto de las 23 horas y media son muy solitarias, y los 30 min. de visitas son muy, muy cortos.
Hospital Día 1 (04/02/06)

Esa frase tan Carlos Pinto de “Nada hacía presagiar” no va conmigo. Cuando el fin de semana anterior salía de urgencias por lo de la cojera, tuve la impresión de que iba a volver. Que las cosas no habían salido bien. Pero no me escuché, porque tenían que salir bien. Tenía muchas cosas que hacer.
Pero una semana después había vuelto a urgencias. Y sabía que eso iba a pasar. Lo que me pillo por sorpresa fue lo del pulmón. Porque antes que me revisaran, yo tenía mi propio diagnóstico listo: perder práctica + pierna pa´ la cagá = histeria = tos nerviosa. Que esto les sirva de lección a todos (me incluyo): no por nada se pasan 7 años estudiando. A diferencia de otras carreras (no piensen mal, pero no puedo evitar pensar en periodistas y pedagogías) parece que no se la llevan puro hueando todos los años de estudio. Los autodiagnósticos valen callampa. Es más, si a veces el diagnóstico de un médico vale callampa, imagina el tuyo.
Volviendo al tema, llegue a urgencias. En el pasado, pensé que lo más difícil que me había tocado hacer era cojear con las dos piernas al mismo tiempo. Ahora sé que es más difícil cojear y toser como tuberculoso al mismo tiempo. Aparte que duele más, uno tiende a perder el equilibrio.
Entrar a urgencias no fue difícil. Que te atiendan sí. 2 horas después (por reloj) un paramédico me revisa, dice neumonitis y me manda a hacer una radiografía. 2 horas más tarde (otra vez) me la hacen. 1 hora después el paramédico y el doctor deciden que tengo líquido en el pulmón e intentan sacarlo. Con jeringas. Pinchando hasta el pulmón. Ouch. No sirve. Así que deciden que es grave. Pregunto qué va a pasar. “Tú te quedas- me dice el paramédico- Hay que hospitalizarte”
Ahí por primera vez, y no por última, me dan ganas de llorar. Tengo miedo.
El Huésped Maldito.

Si, es así de ordinario. La traducción más innecesaria e inadecuada de la historia (por si usted no lo sabe, querido lector, así tradujeron Resident Evil al hacerlo película) sirve para definir mi relato.
Después de escribir esto, mi prosa se iba hacia todos lados pues en ese momento no tenía claro cual era mi enfermedad. Ahora que ya lo se, Ud. se verá libre de un montón de prosa fome y sin sentido (antes y ahora). Lo único que rescataré de todo eso, es que tenía la sensación de que algo no marchaba bien. La tuve después de superar el estúpido resfrío de la playa, la tuve cuando empecé a toser de más al reducir mis 20 cigarros diarios a 7 de un día para otro, y la tuve cuando pase 3 días cojeando, con dolores en el muslo.
Después que esto último me mando a urgencias, empecé a tener mas que una mala sensación. Usando la frase repetida en ambas trilogías de Star Wars, “tengo un mal presentimiento sobre esto”.
Me mandaron a reposo. Ignore el reposo para ir a la práctica. Mala idea.
Tuve que abandonar la práctica. Tuve que volver al reposo. Y ahí empecé a toser.
Al principio, pensé que era nervioso. Psicosomático. Después de todo, soy muy dado a los psicosomismos, y ya tenía tos de antes. Y acababa de peder una práctica que, si bien era fome, me convenía mucho. No podía caminar. Tenia razones para estar nervioso. Estar psicosomatizado.
Hasta que de pronto deje de respirar. En vez de eso, tosía. No era un buen método. En vez de exhalar, tosía. Y cuando no podía toser mas, aprovechaba para respirar. Lo malo, es que tosía más de lo que respiraba.
Llamaron a un doctor. Me revisó. Me mandó a urgencias. Otra vez.

domingo, febrero 05, 2006

Lamentablemente debo comunicar que el dueño de este blog, vale decir Javier, esta actuamente hospitalizado por haber adquirido una neumonia hace pocos dias, por lo tanto no podra escribir en este blog por el momento y hasta nuevo aviso.... solo les pido que quienes crean en dios, santos, virgenes, diablos, brujos... lo que sea, pidan para que cuide de el en estos momentos porque nos necesita a todos para salir adelante.

Saludos,
Daniela.

miércoles, enero 25, 2006

Mala Onda

Mala Onda

Es curioso, tanto escribir y ahora no se por donde empezar.
Primero, mi prima. Y madrina. Viernes pasado, aneurisma. Hay 5 grados, siendo el 5 muerte súbita. Según el doctor, “tuvo uno grado 4, y digo 4 para no espantarlos porque en realidad fue casi 5”. Pasó la operación. Pasó los primeros cuatro días. Ahora vienen 10 días más en los que la van a sacar del coma inducido. Hay que ver cómo reacciona despierta.
Aunque lo peor, para mí, son las secuelas. Los doctores dicen que prefieren pintarnos el peor escenario posible. O sea, que la mitad derecha de su cuerpo quede paralizada completamente, que no pueda hablar, y que no pueda entender la mayor parte de las cosas. Porque la parte del cerebro que le afectó fue la que controla el habla, y lo que es peor, el entendimiento. Dicen que no va a poder volver a trabajar nunca más. Siendo ella trabajólica (para empezar, fue por eso que le dio el aneurisma) no sé como se lo va a tomar. Ni sé si sea tan malo que no entienda algunas cosas, porque de esta forma quizás no el de tanta importancia al hecho.
Claro que hay recuperaciones totales. Cientos de casos. Pero el cerebro es bastante cabrón, y cada caso es único. Así que de nada sirve intentar consolarse con lo que a otros les pasa.
Dicen que en momentos como estos, cuando uno se siente afectado, acude a las creencias. Muchos ateos se hacen cristianos. Yo, ni con eso. Y eso que estoy bastante afectado. Hasta el punto de que se me hace un nudo en la garganta cada vez que pienso en ella. Y en sus hijos. Hasta el punto que la fui a ver y no pude entrar a la pieza. Simplemente, no pude. Sólo entrar al hospital me dio una angustia tal que me ardían los ojos. Quise entrar, pero no me salieron ni las palabras, ni pude mover las piernas.
Como dije antes, nada de esto me ha hecho creer en una religión. No siento la necesidad de buscarle un porqué a todo esto. Pero si entiendo en otros la necesidad de encontrar respuestas, encontrar consuelo. Tener fe. Pero yo no. No creo que algún dios vaya a ayudarla. En cambio, tengo fe, y muchísima, en ella. Creo que ella sí va a ser capaz de ayudarse a si misma. Por su determinación, por lo que ama a sus hijos, por lo que ama vivir. Y eso me es suficiente.

Y por otro lado, y después del tema anterior me parece casi egoísta mencionarlo, está el asunto de mi práctica. La que aún no tengo. La que necesito que sea pagada. La que quizás, pueda aparecer pero recién en febrero. La que no tengo ni idea de cómo voy a enfrentar, ni sé en qué va a consistir, ni qué voy a hacer cuando me de cuenta que no tengo ni idea de cómo hacer algo.

Y finalmente, como dice un personaje en una gran película cuyo nombre no recuerdo, “elegí un mal día para dejar de fumar”. Pero me está funcionando. Eso sí, no se equivoque ud., querido lector. No es por razones de salud, no es que lo de mi prima me haya puesto a reflexionar, ni tampoco es una determinación de año nuevo. Se trata, simplemente, de que me estaba saliendo demasiado caro. 30 lucas al mes en cigarros es mucho. Así que de momento, me esfuerzo por dejarlo en 15. Porque tanto como dejar de fumar, lo dudo. Mucho.

miércoles, enero 18, 2006

He volvido

Ok gente, he vuelto de vacaciones.
Esto incluye: un robo de radio de auto, presenciar otro (bastante espeluznante), un resfrío de cuatro días, y varias pérdidas de gato (afortunadamente, siempre encontrado).
Pero eso es lo malo. Lo bueno fue ver el mar desde que uno se levantaba (o sea, tenerlo al cruzar la calle), bañarse en el mar, encontrarse con familiares asombrosamente parecidos a uno y muy agradables, y en términos generales, varias noches divertidas viendo películas o jugando monopoly.
Ahora, lo malo es que vuelvo al mundo real. Donde no tengo trabajo (o sea, si quiero tengo uno pero lo odio), aún no tengo mi práctica pagada (Técnico Informático, con 90 lucas me conformo y estoy dispuesto a hacer de goma, pasen el dato) y encima hace un calor infernal.
Pero no nos quejemos.
Me gusta la ciudad. La echaba de menos. Con su smog, su calor infernal, la gente neurótica y todo lo demás. Tanta tranquilidad me estaba poniendo nervioso. Por no hablar de la falta de un PC. O sea, casi 20 días sin mi computador; de no ser porque tenía que revisar mi mail ni siquiera hubiese tenido esos 20 min delante de un tarro prehistórico, pero con teclado y Mouse al fin y al cabo.
Y bueno, no hay mucho más que decir. Después de todo, acabo de llegar. Pero posteo, para avisar que sigo con vida. Y con ganas de escribir…