Ok, quizás era algo que todos esperaban, pero igual me pareció emocionante. Ver a la Gordis en su discurso post resultados, haciéndose la brígida como ya era hora que lo hiciese, fue genial. Porque está bien, quizás fue demasiado soberbia y un tanto puntúa, pero si quiere ganar en enero va a tener que ser así. Creerse el cuento, ponerse brígida.
Si ud. hace una búsqueda en los diarios, por lo menos on-line, ahora que ya pasaron las elecciones, no se sorprenda. Visite LUN. No es que le falten hojas al diario (ahora que lo podemos comprobar, con ese diseño asqueroso que tienen), sino que simplemente, y siendo bastante careraja, Las Últimas Noticias NO pusieron nada sobre Bachelete. Excepto que, y cito, “Triunfó a medias”, haciendo alusión a que no ganara en primera vuelta. Y si está ud. revisando El Mercurio, tampoco hace mucho escándalo. Aparte de poner en la portada que va a segunda vuelta, y una cuña de ella diciendo que le hubiese gustado ganar en primera vuelta, sólo entran en detalle en un análisis bastante parcial titulado “Bachelet no logra captar todo el apoyo de la Concertación” aludiendo a que tuvo 6 puntos menos que Lagos en las elecciones del 2001. Pero la joya no está ahí, sino cuando uno empieza a leer el análisis y sugieren que eso se debe, posiblemente, a que sea mujer, para terminar con “por eso, muchos, a lo mejor hoy, se preguntan si fue la mejor carta oficialista para esta contienda, donde el desgaste de tres gobiernos ya implicaba un alto riesgo.”. O sea, si van a perder, háganlo con honor.
O por otro lado, si van a empezar a hacer análisis tendenciosos, hablen de cómo Lavín juró (literalmente) que iba a pasar a segunda vuelta hasta hace sólo días.
Ud., mi querido lector, tal vez se esté preguntado si acaso ahora me las doy de periodista o analista político chanta. La verdad, es que no. Sucede, simplemente, que no me puedo quedar tranquilo viendo lo careraja que son algunos diarios. Ni siquiera The Clinic son tan frescos de raja, y eso que se asumen como un pasquín, y de hueveo más encima.
A propósito de la entrada anterior, sobre política, que suscitó cierto nivel de polémica entre algunos de mis lectores, prometo aclarar el porqué de lo escrito en otra ocasión, pero pronto.
Pero si sirve de algo, admito que me arrepiento de no haber votado por Lagos. Ni por la Gordi. Pese a que sean los únicos que hayan agradado entre todos los otros candidatos presidenciales.
Si ud. hace una búsqueda en los diarios, por lo menos on-line, ahora que ya pasaron las elecciones, no se sorprenda. Visite LUN. No es que le falten hojas al diario (ahora que lo podemos comprobar, con ese diseño asqueroso que tienen), sino que simplemente, y siendo bastante careraja, Las Últimas Noticias NO pusieron nada sobre Bachelete. Excepto que, y cito, “Triunfó a medias”, haciendo alusión a que no ganara en primera vuelta. Y si está ud. revisando El Mercurio, tampoco hace mucho escándalo. Aparte de poner en la portada que va a segunda vuelta, y una cuña de ella diciendo que le hubiese gustado ganar en primera vuelta, sólo entran en detalle en un análisis bastante parcial titulado “Bachelet no logra captar todo el apoyo de la Concertación” aludiendo a que tuvo 6 puntos menos que Lagos en las elecciones del 2001. Pero la joya no está ahí, sino cuando uno empieza a leer el análisis y sugieren que eso se debe, posiblemente, a que sea mujer, para terminar con “por eso, muchos, a lo mejor hoy, se preguntan si fue la mejor carta oficialista para esta contienda, donde el desgaste de tres gobiernos ya implicaba un alto riesgo.”. O sea, si van a perder, háganlo con honor.
O por otro lado, si van a empezar a hacer análisis tendenciosos, hablen de cómo Lavín juró (literalmente) que iba a pasar a segunda vuelta hasta hace sólo días.
Ud., mi querido lector, tal vez se esté preguntado si acaso ahora me las doy de periodista o analista político chanta. La verdad, es que no. Sucede, simplemente, que no me puedo quedar tranquilo viendo lo careraja que son algunos diarios. Ni siquiera The Clinic son tan frescos de raja, y eso que se asumen como un pasquín, y de hueveo más encima.
A propósito de la entrada anterior, sobre política, que suscitó cierto nivel de polémica entre algunos de mis lectores, prometo aclarar el porqué de lo escrito en otra ocasión, pero pronto.
Pero si sirve de algo, admito que me arrepiento de no haber votado por Lagos. Ni por la Gordi. Pese a que sean los únicos que hayan agradado entre todos los otros candidatos presidenciales.
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