jueves, diciembre 08, 2005

Elecciones

Criados para ser estúpidos,
Educados para no ser nada de nada
- Marilyn Manson, “I don’t like the drugs (but the drugs like me)”

Imposible aislarse del tema electoral. Menos aún cuando no quiero. Cuando mi espíritu de sociólogo frustrado, iniciado hace muchos años atrás por Bad Religion y ahora renovado e impulsado por mi maravillosa novia, se vuelve loco analizando y observando todos los detalles.
El destrozo reiterativo y generalizado de propaganda UDI me parece clamor popular. El hecho de que tengan más carteles que los otros tres candidatos juntos y que critiquen a Piñera por ser empresario (y aleguen que no tienen tanta plata como él, y que están solos) me parece patético. Ok, sé que van a decir que soy imparcial y que no puedo evitar atacar a la UDI. Pero la verdad es que ellos no hacen más dejármelo más fácil.
Hoy, un compañero de clases se mostró sorprendido cuando me preguntó y le contesté que no, no estoy inscrito, no voto. Probablemente porque soy el único que ando con The Clinic y que entiendo los chistes políticos de los profesores, se mostró sorprendido. Y hace un par de semanas, ante un comentario anti UDI de mi parte, otro de mis compañeros se mostró también sorprendido cuando, al decirme comunista, le dije que esos idiotas me caen igual de mal.
No es raro que no me comprendan. No sólo ellos, que son bastante más niños que yo. Sino que en términos generales. La mayor parte de la gente piensa que, al estar en contra de la UDI, soy automáticamente comunista. Y que por el contrario, al estar a favor de frases como “el trabajo dignifica” y cosas por el estilo, soy automáticamente de derecha. Tal estrechez de visión política no sólo tiene su explicación en que vivamos en un país muy polarizado en términos políticos, donde aquellos políticos que se declaran de centro no son más que hueones que tiran para donde les convenga, o son directamente espías de partidos extremistas. La explicación de fondo, es que nadie se interesa por la política.
Ahora, lo interesante sería averiguar el por qué.
La gente ignorante, cuando opina (y puta que son buenos para opinar, cuanto más ignorantes son, más hablan) lo hace basado en un montón de clichés. Y los clichés no son más que frases hechas, por gente supuestamente inteligente, que cuando son pronunciados entre gente que tampoco tiene el hábito de pensar mucho hacen que el locutor parezca muy inteligente. Como dice uno de mis personajes favoritos, “horseshit”.
En este tema de la política, los clichés más comunes son “todos los políticos son iguales, mentirosos y ladrones” y “no existe nadie honesto, el sistema no va a cambiar nunca porque todos son corruptos”. Y no nos olvidemos del más mencionado, “a mi no me interesa la política”. Más allá de que cualquier persona es libre de decir algo así, me parece que al hacerlo es también sumamente imbécil.
La política no es algo que hagan unos tipos empaquetados en ternos caros, que salen en la tele y que almuerzan por 10 lucas mínimo. La política es algo que se vive día a día. Estimado señor cliché: ¿De dónde mierda cree ud. que salen todas esas leyes laborales que le cagan el día? ¿Acaso piensa ud. que todas esas normas idiotas que le obligan a vivir su vida de cierta forma, nacieron del aire? ¿Qué cada vez que un banco o cualquier otra institución se lo caga, lo hace por algo personal?
No se equivoque.
Todas esas cosas, son política. Están relacionadas, reguladas o influenciadas por la política. El hecho de que ud. insista en que la política no le interesa no es más que la forma más descarada y grotesca en que lo han hecho hueón a ud. Al hacer que ud., en su cabeza, crea que el funcionamiento del mundo, de la sociedad donde ud. vive, y la política son cosas separadas es la mejor forma que tienen esos imbéciles, corruptos, ladrones y mentirosos de hacerlo hueón a ud., como quieran y cuantas veces quieran.
Cuando menos conciente sea de este hecho, más fácil es para ellos decir tonteras para que ud., que por alguna u otra razón está obligado a darles un voto, lo haga sin tener la más mínima idea de lo que está haciendo. Y todo porque ud., alegremente, comenta en alguna conversación casual en su trabajo o en una fiesta, “a mi no me interesa la política”. Por favor, la próxima vez que piense en decirlo, recapacite y no haga el hueón.
¿Qué por qué yo no voto si me importa tanto el tema?
Porque no siento que nadie me represente. Porque mientras el sistema binominal funcione va a ser muy complicado eso de que la democracia funcione; van a seguir los mismos de siempre en sus lindos bloques de poder que tanto les gustan, una especie de club de Tobi mucho más perverso.
¿Cuál es mi opción política entonces, ya que no me siento representado ni soy de derecha, ni izquierda ni centro?
La única idea política que me interesó alguna vez la mencionó un tipo que terminó siendo un genocida. Así que digamos que aún me lo estoy pensando.
Pero le insisto. No sea hueón. Ni dejen que lo hagan hueón.
Haga algo distinto en su vida, y piense para variar.

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