El propósito de esta entrada es absolutamente informativo. Me ha sucedido que durante esta época post enfermedad de mi vida el tiempo se me pasa bastante rápido; no me doy cuenta cuanto han pasado semanas enteras en las que no he hablado con nadie, o no le he escrito a nadie. Y como me da lata contarles a todos lo mismo, decido darle un uso más teenager al blog y usarlo para informarles a todos mis amigis de mi estado actual XD
Todavía ando buscando práctica. Si alguien conoce a alguien que necesite un alumno en práctica salido de un instituto no muy bueno que digamos, pero que lo poco que sabe lo sabe bien, que es trabajólico de corazón, responsable y bueno para aprender cosas, que me avise. Necesito que me paguen eso sí, pero con unas 60 luquitas podemos conversar.
De mi enfermedad, la verdad es que ya me aburrí de vivir con ella. No es que me haya puesto irresponsable ni haya vuelto a fumar, a tomar alcohol y comer huevos duros con mayonesa (ahora que lo pienso eso sería una especie de mezcla mortal para mi ¬¬) sino que ya no pienso demasiado en eso. Me aburrí de que los doctores me digan casi que si no me tomo la pastilla a los 15 min. me muero, de que no tengan aún ni prostituta idea de porqué tuve una trombosis a los 26 años (anteayer cuando supe que Lavanderos estaba en riesgo de tener una, y después de vivir la experiencia, desee fervorosamente que le dieran unas 5). Así que oficialmente, digo barco pirata con el TEP profundo, si me tengo que morir así sea.
Y claro, sin tener trabajo ni estudios, se podría decir que estoy hecho un vago. Aparte de escuchar música, leer libros, navegar por Internet y jugar mucho, no hago nada más. Lo único que evita que esté unas 12 horas sentado frente al PC es ir a ver a mi adorada novia.
El lado bueno que ha tenido eso, es que he subido considerablemente mi nivel de juego en el Call of Duty 2 (juego de primera persona basado en la segunda guerra mundial). Hace ya mucho tiempo que sólo juego online, contra otras personas solamente, y ya estoy en condiciones de jugar partidas de Search and Destroy, que es más o menos lo más realista que puede haber en este tipo de juegos. Y suelo terminar entre los 3 primeros XD
Sería. Si la gente que me lee le da lata escribirme un mail de vuelta comentando qué tal andan, que al menos se dignen a escribir un comentario. No duele ¬¬
Hit del Momento: "Ice Queen", de Within Temptation. Canción extraída de lo más oscuro de los mp3 de mi amada novia. Cuando revisamos toda la música metal-gótica que tenía guardada comprobamos que por lo general, todas las canciones suenan iguales. Excepto esta.
Y por esta vez tengo otro hit, también sacado de los discos de respaldo de mi novia. Se trata de la canción "Bullet", de Creed. Aquellos de mi generación quizás recuerden a esa banda por ser unos mamones bastante fomes, de mediados de los 90, cuyo vocalista pretendía ser la encarnación en vida de Eddie Vedder. Sin embargo, esta canción le pone gueno con el metal.
Libro: "El Fugitivo" de Stephen King, bajo el seudónimo de Richard Bachman. Honesta y objetivamente, es un pedazo de libro. Supe que King lo escribió en 3 días; si uno tiene tiempo se lo lee en una tarde. Es un libro bastante breve (especialmente para ser King) y vale la pena pagar por él, en serio. Es una historia sumamente simple; en un futuro apocalíptico hay un reality que consiste en soltar a un tipo y mandar a un equipo de profesionales a cazarlo. A la población se le incentiva a dar pistas de su paradero ofreciéndoles plata, asegurándose de que nadie quiera ayudar al pobre tipo. Se le obliga a enviar cintas de video grabándose todos los días, y se le da harta plata para que dure lo más posible; cada día que pase significa una burrada de plata de premio para la familia, no para él. Porque nadie sobrevive.
Película: Es oficial, tengo una nueva película ñoña favorita; "Night Watch". Se trata de una película rusa, sobre una especie de vampiros, dividos en dos bandos. Unos respetan a la humanidad, los otros la consideran simplemente comida móvil. Está basada en una tetralogía de libros que obviamente jamás llegarán a Chile (no se ni siquiera si los han traducido al español, de hecho) pero como suele suceder en estos casos, dicen que apenas se parece al libro. Sin embargo eso no lo hace una mala película. Es algo enredada, trata de contar muchas cosas sin profundizar demasiado, y sin embargo igual cautiva. Quizás sea simplemente que se agradece una historia sin los clichés y arquetipos occidentales en el género. Si alguien la ve, le suguiero que primero lea el artículo que hay sobre la película en Wikipedia (en inglés, la entrada en español es casi nula). De esa forma uno entiende bastante más sobre la película.
domingo, junio 25, 2006
viernes, junio 16, 2006
Una vez un amigo me dijo que cuando uno dejaba de escuchar música nueva, se volvía viejo.
La verdad es que he escuchado esa norma de vida aplicada a una serie de cosas distintas, como leer comics, ver monitos animados, etc. Sin embargo, me parece que algo de cierto tiene que haber con lo de la música.
No es que haya dejado de escuchar música nueva. Es sólo que ahora aplico una metodología distinta. Me explico.
Hace algunos años dejé de tener televisión por cable. Por lo tanto, dejé de ver MTV y Via X. Y creo que esa es una de las mejores cosas que me han pasado. O sea, yo sabía que el 80% de la información que absorve el cerebro es visual, pero nunca me había parado a ver que con una relación porcentual muy similar, un mal video puede hacerte odiar una canción que en realidad es buena. O mucho más frecuentemente, un buen video te incita a escuchar una canción que tiene muy poco de bueno.
No me mal interpreten, sigo siendo un gran fanático de los videos. Aunque hace tiempo que no vea uno bien hecho; el último que me agradó fue el de una canción llamada "Dance", ignoro el nombre de la banda, pero es que últimamente todas se parecen demasiado. Ya hablaré de eso más tarde. Lo que me interesa dejar claro es que sigo disfrutando de ver videos. Simplemente he descubierto que es mucho mejor percibir las canciones solas, y después ver los videos. No al revés. Así la música se aprecia más; lo confirmé cuando cerré los ojos en el recital de Pearl Jam. Sonaban mejor :D
Junto con escuchar primero la música (preferiblemente en la radio) mi otro método fue el de mandar a la cresta las etiquetas. O sea, miro a mi cuñado. Tiene 13 años, así que no es su culpa. Pero está casi obsesionado con los estilos. Cada vez que escucha algo nuevo pregunta "¿Esto es hardcore?" "¿Esto es punk?" "¿Esto es metal?". Es comprensible, sin embargo, no es absolutamente necesario. Mi razonamiento se basa en dos premisas; primero, los propios músicos prestan muy poca atención a la etiqueta que recibe su música, simplemente la crean, y por lo mismo uno debería simplemente escucharla. Y segundo; las etiquetas, los géneros, los define gente metida en la industria de la música. La palabra clave aquí no es ni género ni música; es industria. Y a ellos les interesa muchísimo que la gente se preocupe de encasillar las bandas en géneros. Eso las hace comprarse revistas, ver programas que ponen publicidad de ellos, etc.
Y cuando uno elimina las etiquetas, elimina los prejuicios. En mi winamp conviven sin problemas bandas como Metallica, Sepultura, Nin Inch Nails, Franz Ferdinard, Red Hot Chili Peppers, Pink Floyd, Black Sabbath, Los Tres, Fiskales Ad-Hok, y hasta un par de canciones de Supernova. Y por supuesto un par de cosas ochenteras, algo de hip hop, música de películas, pop (muy pop y moderadamente pop) y básicamente todo lo que me guste. Lo que me suene bien.
Por lo tanto no tengo muy claro si he dejado de escuchar música nueva. Por un lado, la mayoría de las bandas me parecen iguales; desde que salieron The Strokes y Franz Ferdinard todas las bandas no sólo suenan como ellos sino que además se visten como ellos y hacen videos como ellos. Pero por otro lado salen bandas como My Chemical Romance, con más ganas que calidad musical, que me hacen disfrutar como chancho sus canciones.
Por otro, me he puesto a escuchar bandas antiguas, que de pendejo nunca pesqué y que ahora me gustan. Eso lo hice con The Ramones, por ejemplo. O sea escucho música vieja, pero que es nueva para mí.
Sé al menos que no me quedé en pasado, como muchos de mis compañeros de curso que apenas conocen a Slipknot ¬¬
Pero lo que me pasa y me preocupa es que, como habrán podido apreciar por mi comentario anterior, y me he visto en la situación de, al opinar sobre una banda nueva, decir cosas de viejo como "Pero si son iguales a los (banda x) que sonaban cuando yo era chico". Al menos aún no he dicho "¿Y a esto llaman música?"... bueno, ok, si lo he dicho, pero en términos totalmente aplicables, como la música new age electrónica.
Por ejemplo, veo la escena actual. Madonna vistiendose de forma ochentera (pese a que en los ochenta nunca se vistió así y ahora parece el cuarto angel de Charlie) y tocando música techno (porque ya ni siquiera es electrónica) lo que me hace preveer, sin mucha dificultad, que el pop de al menos los próximos 5 años va a ser así. O sea, la señora tendrá más de cuarenta pero sigue dando las normas por las cuales se tiene que regir el pop.
Por otro lado, como dije antes, está de moda de nuevo "lo alternativo" en bandas como The Strokes o Franz Ferdinard; y ya tienen media docena de bandas que suenan y se visten igual.
Y lo que en mi opinión es lo peor; el rock ya cagó de nuevo. No quiero decir que haya muerto, por supuesto. Simplemente que cagó. Lo sé porque ya lo hizo una vez. ¿Se acuerdan lo bien que sonaban muchas bandas a finales de los 60 y principios de los 70, como Black Sabbath? El rock se puso pesado, hasta que llegaron los 80, y a alguien se le ocurrió mezclarlo con el pop ochentero (muy, pero muy cargado a la estética y los sintetizadores). Como resultado tuvimos cosas como Warrant. O sea ¬¬
Bueno, pues ahora lo mismo. Teníamos cosas buenas, como Green Day. El renacimiento del punk y todo eso. Ahora uno prende MTV y ve a unos pendejos bastante ahueonaos (perdonenme la expresión, pero un blog es por esencia subjetivo, así que a la chucha, me parecen ahueonaos y les digo ahueonaos) que se llaman Simple Plan y que pretenden hacer punk, y lo que les sale es un pop fome y happy. El paralelo entre el metal hecho pop y happy de los 80 es evidente. Después está "Good Charlote", que agarran la pinta de los Misfits y hacen canciones que debería estar cantando Brittney Spears. O bandas como "The Rasmus" o "Him" que van, agarran el metal gótico (Peter Steele debería subir al escenario y sacarles al columna vertebral con los dientes por hacer algo así) y lo transforman en canciones pop.
No se confundan, no tengo nada contra el pop. Escucho bastante pop, y me gusta. Lo que no me gusta es cuando agarran un estilo, dicen "reinventarlo" y lo único que hacen es echarle agua a al sopa. Y eso es lo que veo ahora en la música.
Por eso prefiero no hacerle caso a MTV y elegir yo la música que quiero que esté de moda en mi winamp.
¿Me estaré haciendo viejo entonceS?
La verdad es que he escuchado esa norma de vida aplicada a una serie de cosas distintas, como leer comics, ver monitos animados, etc. Sin embargo, me parece que algo de cierto tiene que haber con lo de la música.
No es que haya dejado de escuchar música nueva. Es sólo que ahora aplico una metodología distinta. Me explico.
Hace algunos años dejé de tener televisión por cable. Por lo tanto, dejé de ver MTV y Via X. Y creo que esa es una de las mejores cosas que me han pasado. O sea, yo sabía que el 80% de la información que absorve el cerebro es visual, pero nunca me había parado a ver que con una relación porcentual muy similar, un mal video puede hacerte odiar una canción que en realidad es buena. O mucho más frecuentemente, un buen video te incita a escuchar una canción que tiene muy poco de bueno.
No me mal interpreten, sigo siendo un gran fanático de los videos. Aunque hace tiempo que no vea uno bien hecho; el último que me agradó fue el de una canción llamada "Dance", ignoro el nombre de la banda, pero es que últimamente todas se parecen demasiado. Ya hablaré de eso más tarde. Lo que me interesa dejar claro es que sigo disfrutando de ver videos. Simplemente he descubierto que es mucho mejor percibir las canciones solas, y después ver los videos. No al revés. Así la música se aprecia más; lo confirmé cuando cerré los ojos en el recital de Pearl Jam. Sonaban mejor :D
Junto con escuchar primero la música (preferiblemente en la radio) mi otro método fue el de mandar a la cresta las etiquetas. O sea, miro a mi cuñado. Tiene 13 años, así que no es su culpa. Pero está casi obsesionado con los estilos. Cada vez que escucha algo nuevo pregunta "¿Esto es hardcore?" "¿Esto es punk?" "¿Esto es metal?". Es comprensible, sin embargo, no es absolutamente necesario. Mi razonamiento se basa en dos premisas; primero, los propios músicos prestan muy poca atención a la etiqueta que recibe su música, simplemente la crean, y por lo mismo uno debería simplemente escucharla. Y segundo; las etiquetas, los géneros, los define gente metida en la industria de la música. La palabra clave aquí no es ni género ni música; es industria. Y a ellos les interesa muchísimo que la gente se preocupe de encasillar las bandas en géneros. Eso las hace comprarse revistas, ver programas que ponen publicidad de ellos, etc.
Y cuando uno elimina las etiquetas, elimina los prejuicios. En mi winamp conviven sin problemas bandas como Metallica, Sepultura, Nin Inch Nails, Franz Ferdinard, Red Hot Chili Peppers, Pink Floyd, Black Sabbath, Los Tres, Fiskales Ad-Hok, y hasta un par de canciones de Supernova. Y por supuesto un par de cosas ochenteras, algo de hip hop, música de películas, pop (muy pop y moderadamente pop) y básicamente todo lo que me guste. Lo que me suene bien.
Por lo tanto no tengo muy claro si he dejado de escuchar música nueva. Por un lado, la mayoría de las bandas me parecen iguales; desde que salieron The Strokes y Franz Ferdinard todas las bandas no sólo suenan como ellos sino que además se visten como ellos y hacen videos como ellos. Pero por otro lado salen bandas como My Chemical Romance, con más ganas que calidad musical, que me hacen disfrutar como chancho sus canciones.
Por otro, me he puesto a escuchar bandas antiguas, que de pendejo nunca pesqué y que ahora me gustan. Eso lo hice con The Ramones, por ejemplo. O sea escucho música vieja, pero que es nueva para mí.
Sé al menos que no me quedé en pasado, como muchos de mis compañeros de curso que apenas conocen a Slipknot ¬¬
Pero lo que me pasa y me preocupa es que, como habrán podido apreciar por mi comentario anterior, y me he visto en la situación de, al opinar sobre una banda nueva, decir cosas de viejo como "Pero si son iguales a los (banda x) que sonaban cuando yo era chico". Al menos aún no he dicho "¿Y a esto llaman música?"... bueno, ok, si lo he dicho, pero en términos totalmente aplicables, como la música new age electrónica.
Por ejemplo, veo la escena actual. Madonna vistiendose de forma ochentera (pese a que en los ochenta nunca se vistió así y ahora parece el cuarto angel de Charlie) y tocando música techno (porque ya ni siquiera es electrónica) lo que me hace preveer, sin mucha dificultad, que el pop de al menos los próximos 5 años va a ser así. O sea, la señora tendrá más de cuarenta pero sigue dando las normas por las cuales se tiene que regir el pop.
Por otro lado, como dije antes, está de moda de nuevo "lo alternativo" en bandas como The Strokes o Franz Ferdinard; y ya tienen media docena de bandas que suenan y se visten igual.
Y lo que en mi opinión es lo peor; el rock ya cagó de nuevo. No quiero decir que haya muerto, por supuesto. Simplemente que cagó. Lo sé porque ya lo hizo una vez. ¿Se acuerdan lo bien que sonaban muchas bandas a finales de los 60 y principios de los 70, como Black Sabbath? El rock se puso pesado, hasta que llegaron los 80, y a alguien se le ocurrió mezclarlo con el pop ochentero (muy, pero muy cargado a la estética y los sintetizadores). Como resultado tuvimos cosas como Warrant. O sea ¬¬
Bueno, pues ahora lo mismo. Teníamos cosas buenas, como Green Day. El renacimiento del punk y todo eso. Ahora uno prende MTV y ve a unos pendejos bastante ahueonaos (perdonenme la expresión, pero un blog es por esencia subjetivo, así que a la chucha, me parecen ahueonaos y les digo ahueonaos) que se llaman Simple Plan y que pretenden hacer punk, y lo que les sale es un pop fome y happy. El paralelo entre el metal hecho pop y happy de los 80 es evidente. Después está "Good Charlote", que agarran la pinta de los Misfits y hacen canciones que debería estar cantando Brittney Spears. O bandas como "The Rasmus" o "Him" que van, agarran el metal gótico (Peter Steele debería subir al escenario y sacarles al columna vertebral con los dientes por hacer algo así) y lo transforman en canciones pop.
No se confundan, no tengo nada contra el pop. Escucho bastante pop, y me gusta. Lo que no me gusta es cuando agarran un estilo, dicen "reinventarlo" y lo único que hacen es echarle agua a al sopa. Y eso es lo que veo ahora en la música.
Por eso prefiero no hacerle caso a MTV y elegir yo la música que quiero que esté de moda en mi winamp.
¿Me estaré haciendo viejo entonceS?
domingo, junio 04, 2006
Hace una semana, más o menos, fui por primera vez en meses al Alto las Condes, al lugar donde trabajé por casi dos años. Y una semana antes de eso, estuve en la Feria Chilena del Libro de Huérfanos, donde también trabajé por cerca de dos años.
Fue extraño estar ahí, en ambas ocasiones.
Aún recuerdo el día que dejé de trabajar en la librería. Ese fue mi primer trabajo real y serio, con pago de cotizaciones y contrato y toda la movida. Cuando me fui, era porque iba a entrar a estudiar psicología a la universidad. Aquella tarde, me hicieron ir al notario a firmar la carta de despido (usando toda la manipulación que aprendí allí, conseguí que me echaran sin que supieran que de no hacerlo, igual me iba a ir en una semana mas) y después me senté en Estado, casi al llegar a Alameda. Me sentía libre, después de dos años de prisión laboral; no tanto por las horas de encierro en la tienda sino por la calidad del trabajo, y especialmente de los jefes. Entonces encendí un cigarro, saqué una hoja y me puse a describir todo lo que sentía en ese instante. Recuerdo claramente que aún quedaba luz del sol, pero poca, y hacía muchísimo viento.
Yo me sentía feliz. Suponía que después de eso estudiaría, me iría bien, terminaría la carrera y nunca más tendría que trabajar como vendedor. Me equivoqué en todos y cada uno de esos puntos.
De hecho, un año después estaba sin estudios, y trabajando en el verano precisamente en esa librería de Estado.
Cuando dejé de trabajar en Microplay, mi segundo trabajo importante, para ponerme a estudiar, no sentí ningún tipo de alivio. Más que nada porque sabía que tenía que seguir trabajando para estudiar, y afortunadamente pude hacerlo en la misma empresa; dijo afortunadamente porque eso me evitó tener que aprender todo el funcionamiento de otra empresa, y porque ya que estudiaba algo relacionado con informática iba a estar en contacto con accesorios de pc y todo eso. Y realmente, fue una suerte. Aprendí mucho más de hardware trabajando en Microplay, que en clases.
El último día de clases en mi instituto, después de 2 años, consistió en dar el último examen a eso de la 1 de la tarde para estar en el Alto las Condes a las 3, trabajando en las ventas de navidad, y saliendo del trabajo a las 11 de la noche. La semana siguiente empecé a salir a las 12, y pese a los turnos varias veces tuve que trabajar casi 12 horas. Por lo tanto mi último día de trabajo ahí fue el 24 de diciembre. El mall cerraba a las 8 de la tarde ese día. Yo llegué a las 10, y aproximadamente desde esa hora hasta el cierre, me quedé sentado en las cajas del fondo. Me dolían tanto los pies que apenas podía caminar, tenía sueño atrasado de meses, e intensificado aún más por el trabajo de las últimas semanas, y había atendido a tanta gente en esos días que lo único que quería hacer era ponerme en el pasillo y disparar a discreción con un bazooka. Aún así vendí más que todos los otros vendedores ese día. Para aquel entonces, ya hacía mucho tiempo que me había transformado en un vendedor de verdad, de esos de oficio.
Después vino el verano, y después me enfermé. Planeo hablar de ello pronto, pues últimamente he pensado muchísimo en lo que significa estar enfermo.
Pero ahora concluiré. Escribo todo esto porque mañana tengo una entrevista para una práctica de trabajo. No estoy muy emocionado primero porque es una práctica, no un trabajo, y segundo porque es en un laboratorio químico. O sea, promete ser más fome que las rechuchas. Pero en fin, es una práctica, y yo necesito hacer una.
Y todo este tiempo; desde que visité mis antiguos lugares de trabajo hasta ahora, me he preguntado si acaso esta es la transición. Si acaso ahora empiezo a hacer la práctica, después sigo trabajando (o encuentro trabajo en otro lado) y listo, empiezo mi nueva vida. O si por el contrario, como la vez anterior, tendré que dar un paso atrás, volver a trabajar vendiendo algo, antes de poder empezar una nueva etapa en mi vida. El asunto me pone bastante nervioso y me da algo de susto, debo confesar. Después de todo si algo vi. en mis años de trabajo fue a un montón de gente “esperando” a que la vida les cambiase, y mientras trabajaban en el mall. Y los vi en ese estado durante años, sin que realmente llegase el cambio. Eso me asusta también; que mi vida sea también así.
Pero en fin, tengo que dejar que las cosas pasen. Esperar que me vaya bien en la próxima entrevista de práctica, o en la siguiente, y salir de eso. Y después esperar a encontrar trabajo de una vez por todas, y que me vaya bien en eso también.
Tengo muchas, muchas ganas de que todo eso suceda.
Fue extraño estar ahí, en ambas ocasiones.
Aún recuerdo el día que dejé de trabajar en la librería. Ese fue mi primer trabajo real y serio, con pago de cotizaciones y contrato y toda la movida. Cuando me fui, era porque iba a entrar a estudiar psicología a la universidad. Aquella tarde, me hicieron ir al notario a firmar la carta de despido (usando toda la manipulación que aprendí allí, conseguí que me echaran sin que supieran que de no hacerlo, igual me iba a ir en una semana mas) y después me senté en Estado, casi al llegar a Alameda. Me sentía libre, después de dos años de prisión laboral; no tanto por las horas de encierro en la tienda sino por la calidad del trabajo, y especialmente de los jefes. Entonces encendí un cigarro, saqué una hoja y me puse a describir todo lo que sentía en ese instante. Recuerdo claramente que aún quedaba luz del sol, pero poca, y hacía muchísimo viento.
Yo me sentía feliz. Suponía que después de eso estudiaría, me iría bien, terminaría la carrera y nunca más tendría que trabajar como vendedor. Me equivoqué en todos y cada uno de esos puntos.
De hecho, un año después estaba sin estudios, y trabajando en el verano precisamente en esa librería de Estado.
Cuando dejé de trabajar en Microplay, mi segundo trabajo importante, para ponerme a estudiar, no sentí ningún tipo de alivio. Más que nada porque sabía que tenía que seguir trabajando para estudiar, y afortunadamente pude hacerlo en la misma empresa; dijo afortunadamente porque eso me evitó tener que aprender todo el funcionamiento de otra empresa, y porque ya que estudiaba algo relacionado con informática iba a estar en contacto con accesorios de pc y todo eso. Y realmente, fue una suerte. Aprendí mucho más de hardware trabajando en Microplay, que en clases.
El último día de clases en mi instituto, después de 2 años, consistió en dar el último examen a eso de la 1 de la tarde para estar en el Alto las Condes a las 3, trabajando en las ventas de navidad, y saliendo del trabajo a las 11 de la noche. La semana siguiente empecé a salir a las 12, y pese a los turnos varias veces tuve que trabajar casi 12 horas. Por lo tanto mi último día de trabajo ahí fue el 24 de diciembre. El mall cerraba a las 8 de la tarde ese día. Yo llegué a las 10, y aproximadamente desde esa hora hasta el cierre, me quedé sentado en las cajas del fondo. Me dolían tanto los pies que apenas podía caminar, tenía sueño atrasado de meses, e intensificado aún más por el trabajo de las últimas semanas, y había atendido a tanta gente en esos días que lo único que quería hacer era ponerme en el pasillo y disparar a discreción con un bazooka. Aún así vendí más que todos los otros vendedores ese día. Para aquel entonces, ya hacía mucho tiempo que me había transformado en un vendedor de verdad, de esos de oficio.
Después vino el verano, y después me enfermé. Planeo hablar de ello pronto, pues últimamente he pensado muchísimo en lo que significa estar enfermo.
Pero ahora concluiré. Escribo todo esto porque mañana tengo una entrevista para una práctica de trabajo. No estoy muy emocionado primero porque es una práctica, no un trabajo, y segundo porque es en un laboratorio químico. O sea, promete ser más fome que las rechuchas. Pero en fin, es una práctica, y yo necesito hacer una.
Y todo este tiempo; desde que visité mis antiguos lugares de trabajo hasta ahora, me he preguntado si acaso esta es la transición. Si acaso ahora empiezo a hacer la práctica, después sigo trabajando (o encuentro trabajo en otro lado) y listo, empiezo mi nueva vida. O si por el contrario, como la vez anterior, tendré que dar un paso atrás, volver a trabajar vendiendo algo, antes de poder empezar una nueva etapa en mi vida. El asunto me pone bastante nervioso y me da algo de susto, debo confesar. Después de todo si algo vi. en mis años de trabajo fue a un montón de gente “esperando” a que la vida les cambiase, y mientras trabajaban en el mall. Y los vi en ese estado durante años, sin que realmente llegase el cambio. Eso me asusta también; que mi vida sea también así.
Pero en fin, tengo que dejar que las cosas pasen. Esperar que me vaya bien en la próxima entrevista de práctica, o en la siguiente, y salir de eso. Y después esperar a encontrar trabajo de una vez por todas, y que me vaya bien en eso también.
Tengo muchas, muchas ganas de que todo eso suceda.
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